Para este curso, no es necesario ser escritor, aunque si lo eres te puede ser muy útil. Esta propuesta es una invitación a vivir una experiencia, entrar por la puerta e ir abriendo algunas ventanas que nos ayude a armonizar cómo pienso, siento y hago.
¿Para qué? para recuperar la motivación, exorcizar bloqueos creativos, para meditar de otra manera, confesar secretos, dar salida a tus fantasías negras o rosas, establecer un diálogo con uno mismo. Escribir no resuelve problemas, pero si te ayuda a afrontarlos. Ya dijo Francisco Umbral que “escribir es la manera más profunda de leer la vida”.
Cuando “ME DOY CUENTA” de una sensación, de un hecho, de una emoción…, y la plasmo en el papel “se produce un cambio”.
Este curso no pretende, ni puede sustituir ninguna terapia, ahora bien, la escritura puede utilizarse “como herramienta terapéutica”.