El cuerpo puede expresar dualidades y opuestos, en la escena -como en la vida- existe la luz y la sombra. El cuerpo puede abrirse y cerrarse, atacar y defenderse. Expresar una emoción y su contraria nos lleva a descubrir toda la gama y matices corporales que surgen de la contradicción de los opuestos, y así recorrer físicamente el camino del Ser plural que nos habita.