El Espacio Aguere Cultural proyecta hoy una serie de cortometrajes que tienen como nexo común haber sido filmados en las islas mal llamadas menores o periféricas. 

Esta iniciativa busca promover la difusión de los trabajos audiovisuales que se ruedan fuera de Tenerife y Gran Canaria, y que no suelen tener acogida en los cines de las islas mayores. 

Ayer asistimos a la rueda de prensa que presentaba el programa del evento y que condujo el periodista y cineasta Iván López. Junto a este, Fernan Jiménez, gerente del Aguere Espacio Cultural, Rumén Justo, productor de 'El navegante' y Élida Gazmira Pérez, actriz en esta misma película.

El evento, que podría repetirse dependiendo de la afluencia de público a esta primera llamada, exhibirá 'Los carneros de La Frontera' de Guillermo Díaz, la cinta de animación 'Codicia', de Rubén Armiche, 'Este-Oeste' de Iván López, 'El regalito', de la majorera María Sanz Esteve, y el filme lanzaroteño 'A vivir', de Ángel Valiente. Las proyecciones acabarán con el estreno de 'El Navegante' última propuesta de Guille Díaz. 

Cada uno de estos cortometrajes ahonda en diferetes temáticas y tiene su propia personalidad. Como nos explicaban en la rueda de prensa, sin alejarse demasiado de una identidad canaria todavía por encontrar, o al menos por asimilar. Los filmes a proyectar poseen la condición de estar rodados en las islas periféricas, entendiéndose estas como alejadas, sin usar el término de forma despectiva, ya que este tipo de producciones apenas llegan al público de Gran Canaria y Tenerife, entendiendo que también el público para los cortometrajes en cualquiera de las islas es escaso.

La idea de dar cabida a este tipo de proyecciones, a las que Aguere Cultural tiene el placer de poder ayudar a difundir, es un primer paso difícil, ya que se aleja de cualquier impulso institucional para su puesta en marcha. De hecho, este evento está patrocinado por la ginebra 'premium' canaria Macaronesian, que es la marca que beben los protagonistas de 'El Navegante'.

Las dificultades de rodar en islas periféricas, pero también la magia y la inspiración que se respira en estas, están de alguna forma integradas en el espíritu de cada una de estas producciones y es sin duda un aliciente más para descubrir estas películas. No se lo piensen, denle una oportunidad, véanlas en Aguere (gratuitamente) o dondequiera que las proyecten. A nuestro cine le hace falta un público que lo descubra.