Usted está aquí

Cósmico & familiar

El pasado viernes 23 de septiembre tuve la suerte de acudir a la Asociación Cultural Equipo Para a escuchar el concierto de Audiometría que tendría lugar. Todo se prestaba para ser una noche especial: la gente se preparaba alegremente, respirábamos un clima de familiaridad y acogida que en pocos locales había experimentado, las luces tenues aclimataban el lugar y el equipo estaba listo para la acción.

He de reconocer que me pareció curioso como habían dispuestos los asientos, no esperaba ver el concierto sentado pero poco a poco me daba cuenta de que estaba ante algo diferente. Entonces el dúo apareció para ocupar sus puestos de combate, tenían las armas preparadas pero no la actitud enérgica a la que estoy acostumbrado y que te obliga a movilizar tu cuerpo. Fue interesante ver la calma con la que se presentaban y comentaban cómo iban a desarrollar su actuación, la tranquilidad de sentirte como en medio de una conversación con personas a las que conoces de toda la vida.

Cuando comenzó a sonar la música sentí que me atraparon. Notaba que los riffs electrónicos, las líneas de bajo y el propio desarrollo de las canciones me llevaban a otro lugar. Recordaba momentos lejanos en mi vida, cuando veía series o películas de ciencia ficción de pequeño con esas características melodías electrónicas que se quedaban para siempre en tu cabeza. Era como estar en medio de una invasión alienígena para luego ver a alguna diosa nórdica en el bosque. La diferencia es que esta vez lo estaba disfrutando en directo, con su propia personalidad y recuperando sonidos que jamás se deberían perder.

Admito que soy profano en la música electrónica desarrollada en el Berlín de los 70 y que un sintetizador supone, aún a día de hoy, un ente extraño para mí. No sería capaz de nombrar referencias o indagar del todo en las capacidades técnicas de los intérpretes o en la estructura de las canciones. Lo que sí puedo decir es que la actuación supuso un viaje, una experiencia audiovisual que superó totalmente mis expectativas y que estaría encantado de volver a repetir.

Vicente Martín - colaborador de Lagenda