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En ascenso Belén

Había expectación por conocer la nueva propuesta de Belén Doreste, artísticamente, Bel Bee Bee. Por varios motivos. Uno, su reciente selección para el programa Girando por Salas, patrocinado por el Ministerio de Cultura, la única entre la nutrida -y de categoría- concurrencia de artistas canarios; otro, la presentación de su trabajo de estudio 'Still Unstirred', que en breve reseñaremos en nuestro blog 'Pólvora Canaria'.

Lo que vimos la noche del sábado es el anticipo de lo que será la gira GPS, espectáculo mismamente presentado el día anterior en el CICCA de Las Palmas.  Un setlist y una banda casi nueva  con la que acometerá las fechas del GPS pero con las miras puestas en temporada festivalera, ya a partir de la próxima primavera.

Toda esta expectación se tradujo en una buena entrada en el Espacio Aguere. A destacar, 10 euros la entrada más 8 euros por el disco. Y se vendían. Bel Bee Bee ha crecido tanto en tan poco tiempo y en este Tenerife tiene un público que consolida con cada nueva visita. Público atento, además, que sabe lo que quiere y practica la 'escucha' de forma activa: las primeras filas, echadas de forma improvisada sobre el suelo de la sala de conciertos, los demás, en corro y con un silencio que hacía notar cada vez que se abría la puerta de la sala y se colaba algo de la música del bar. No se recuerdan muchas veladas así en esta sala.

Desde su apertura con 'Astrays Sculpture' esta formación mostró sus poderes, que no son otros que trasladar el complejo entramado sonoro de Bel Bee Bee al directo, uno de los aspectos -junto a la reconocible y notable voz de Belén- donde son claramente vencedores. Gran trabajo de conjunción entre la electrónica y lo orgánico, destacando, respectivamente el trabajo de Andres Miranda (bajos sintetizados, samplers y coros) y Gonzalo Ruiz Muñoz (guitarra y coros); a la batería, Pablo Palomo (de los Autumn Comets) también alternaba la acústica con un drum pad; al frente, Belén, se encargaba de los teclados y alguna melódica ocasional.

La música de Bel Bee Bee tiene, hoy en día, un encaje fácil en varias tendencias en auge. Como se decía, ya sólo las texturas sonoras, trabajadas y bien resueltas, funcionan por sí mismas. A pesar de eso, en ningún momento hay sensación de saturación ni barroquismo, al contrario, siempre hay mucho aire entre  todos los elementos, en especial, respecto al más importante, la voz. Hay mucho de evocador en esta música que puede resultar muy visual -que no luminosa- a la hora de describir posibles escenas. Por eso, perfectamente podría sonar en algún climax narrativo de muchas de las grandes series de las que ahora disfrutamos, quizás en ese momento cerca del final del capítulo donde nuestro protagonista se percata de que sus decisiones han sido erróneas pero a la vez ese error lo ilumina como más humano y cercano.

El concierto, algo breve -una hora justa- terminó con una ovación que acompañó a los músicos mientras abandonaban el escenario. El público insistió hasta conseguir la vuelta de Belén, ya en solitario. Allí agarró una guitarra eléctrica y cantó una de esas canciones cursis que componiá en sus comienzos, según sus palabras. Y seguramente, sea cierto, pero aún así, hay artistas que tienen la capacidad de hacer mucho con poco.

Bel Bee Bee, Aguere Espacio Cultural, 18/10/014

Crónica y fotos de Vector Álvarez

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