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Weekend Music Festival: VAMOS CHACHO!!!

¿Un concierto gratis en la Plaza del Cristo y con el verano manifestándose por fin en la temperatura? No era cuestión de perdérselo y me encaminé hacia allí con el objetivo de disfrutar de la música, el clima y el buen humor de la gente (que escasea últimamente). Cuando llegué, y mientras me pedía una caña, sonaban Navy Blue Socks, con una onda indie moderna que no es de mi estilo, pero confieso que tocaban bien y con entusiasmo.

Poca gente, la maldición del primer grupo…, pero al menos contaban con el apoyo de su peña.

Eleband asomaron el hocico con su idiosincrasia particular: hacernos mover el bullarengue con su amalgama de estilos de diferentes continentes y épocas. Empezando con el ska y pasando por el swing animaron a los que iban llegando con la caída del sol.

El tercer grupo, Pachumba, tienen un público con el que conectan rápidamente y al que contagian con su reggae roots y el mantra que este conlleva musicalmente hablando. Además están sus letras de paz emocional y social. En directo demuestran sobradamente su cohesión grupal y musical y crean esa química con el público lagunero.

La Excepción es de esos grupos de carácter cercano y honestidad musical, personal y profesional que consiguen rápidamente comunicarse con el público y hacerles cómplices de su puesta en escena. Su rap de pan bendito, su barrio que podría ser cualquier barrio obrero y no chungo, como decían en una de sus canciones, me sonaba como siempre sincero y cercano a una realidad social cuestionada entre bases y rimas. El Langui y Gitano Antón saben lo que dicen cuando cantan Vamos Chacho o Jambo Loco. Es un rap más cercano a Public Enemy que a 50 Cent y su apología del dinero y el exceso, y que versa sobre el sentimiento de comunidad y el desarrollo personal; el empoderamiento personal y vecinal, vamos.

Tecnicismos aparte, el grupo no dejó un solo momento de invitar a la gente a poner sus manos en alto y cantar los estribillos, a lo que el público respondía positivamente.

Esta vez trajeron a otro dj y se notaba en el sonido. Musicalmente me han gustado más otras veces, la verdad. Aun así, su energía, como la de toda esa noche, es un respiro ante el desasosiego social que crean los políticos.

 

Crónica por Gabrielín