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El burro alante

Rumbo a La Orotava para llegar a la segunda edición del Panzaburro Fest, en un sitio impresionante, el Parque Cultural Doña Chana. Construido en los años 20 y con esos jardines tipo renacentista, una de las tantas joyas que tiene La Orotava.

En cuanto nos dejaron pasar y llegamos al patio central donde estaba ubicado el escenario, más de uno se quedó tonto mirando la pantalla gigante de leds y un tremendo pedazo de escenario: la infraestructura del festival, muy buena en todos los aspectos, sonido, iluminación, baños, seguridad, barra, etc...

El festival lo abrió los OnoFreeFadar, los onofres como los llamamos cariñosamente en Tegueste. La banda, nacida en el citado pueblo hizo que elburro empezara y ya entraba la gente, y entraban ya moviéndose. La voz de Jordi te envuelve en la atmósfera mestiza, Juanjo al bajo y Samuel en la bataka te atacandirecto a las caderas, sin olvidarnos de la guitarra de Freddy y por supuesto la sección de viento, al segundo tema tenían a todo el mundo montado en el burro y dispuestos al baile con su mezcla de estilos y sonidos, unas letras conscientes y combativas y también con buen humor.

Material de Contrabando, grupo de rap nacido en La Orotava, fueron los segundos. Damián mandó el primer pepinazo, Mike y Sergio en los micros hacían llegar su mensaje a un público que no paraba de bailar, al son de las mezclas y las letras cristalinas con marcado acento canario y sin censura ninguna. 'Si nos vamos a ver', uno de sus últimos éxitos incluido en el trabajo 'Palos na´mas' lo deja claro. Esperamos volverlos a ver pronto sobre las tablas.

Quien no calentó ni estiró antes del festival lo llevó claro cuando dj Arrocin cogió la cuerda del burro y empezó con los hits de Riceland Records. Los pies no podían parar, Isaiah y Cho Virgilio mandaban un trallazo tras otro, flechas de amor, legalización, consciencia y rebeldía. Las caderas se movieron con buen reggae, dancehall y ragga a lo canario, este proyecto está llegando a todas las las islas, la experiencia se nota y su vibración positiva levanta al respetable.

Cabeza Borradora, banda de La Orotava nacida en 1993 que ha hecho historia dentro y fuera de las islas por sus éxitos y sus critica, después de un largo parón volvía hace poco para envolvernos con su indie sabiamente aliñado con dosis de rock, pop y electrónica. La atmosfera psicodélica se adueñó del Panzaburro y Ruyman, Felu, Damian, los teclados de Jomi y la voz de Carlos lograron, con su fusión electrónica y hipnótica, llevar al público hacia una galaxia sonora particular. 

De pronto, silencio sobre el escenario: con This Drama tuvimos que sujetar alburro, vaya estampido de una de las bandas más internacionales de nuestra isla. Ayoze como técnico, el bajo de Yapci y la batería de Miguel marcaron el camino mientras las guitarras de Iñaki y Fran despejaban la polvacera de un público que pulverizaba el asfalto a brincos. Asdrúbal no paró de cantar y no se estaba quieto saltando al publico y volviendo al escenario con su estridente hard core con dosis de rock y punk. A mí personalmente se me hizo corto, se echaron en falta varios temas más, pero todavía faltaba otro grupo, el compuesto por dos integrantes de la ya mítica banda Species, Isidro y Bentor, que a los mandos de Green Cohete despegaron llevándose al burro y a todos sus integrantes a su universo de rock, hip hop, big beat y breakbeatEn este punto ya no podías parar de moverte, allí sonaron temas de la old school y de la nueva también, destacar la percusión y la guitarra sabiamente mezclada aderezada. El Cohete Clorofila como si  fuera una planta en proceso de fotosíntesis entregó buena energía a los asistentes, creo que eran más de las tres cuando tuvieron que terminar si fuera por ellos o por el publico hubiésemos visto el sol, pero el Panzaburro Fest había llegado a su fin.

Felicitar a la organización por el currazo, insisto, hay que apoyar a los festivales en Canarias y seguir apostando por la música underground creada aquí, que nada tiene que envidiar a la hecha fuera. Los burritos y las burritas nos fuimos a dormir con la panza llena de buena música y prometiendo estar el próximo año para volver a darlo todo.

Una crónica de JuanP

Unas fotos de Dailos García