Visita el ESPECIAL KEROXEN 2014

La sexta edición de este festival rompedor llega a su fin con actuaciones e interpretaciones de todos los estilos y para todos los gustos. La variedad, en sus polos más opuestos, fue la tendencia que marcó esta última jornada de interpretación, danza y música.

69 segundos

Comenzaban a llegar los primeros keroxeniatas al tiempo que empezaban las primeras interpretaciones que abrían la programación y que se extenderían poco más de un minuto, cargadas de un carácter reivindicativo o satírico en algunos casos.

Leonardo Oliveros (‘acción’), Carlos Pedrós (‘sótano en la sotana’) o Amanhui (‘liebres y tortugas’) son algunos de los intérpretes que en 69 segundos lograron transmitir su mensaje a los presentes. A destacar, las actuaciones que más aplausos se llevaron del público: Eduardo Feria y Élida Pérez (‘amor negro’), una metáfora amorosa entre el petróleo y un ecologista; y la de Claudia Torres (‘madre, no’), que colocó a cuatro jóvenes a beber leche de biberón debajo de una mesa... ¿Transgresor o maternal?

Daniel Abreu y Teresa Lorenzo

Tocaba un poco de danza contemporánea y, cómo no, el Keroxen ofrecía un espectáculo a cargo de dos cracks en este arte. Primero fue el turno de el tinerfeño que, fiel a su estilo, acompañó una base musical tenue con movimientos armoniosos y que lograban transmitir emociones. Una pena que la iluminación –quizás intencionadamente– no ayudó mucho a observar con mayor claridad la actuación.

En cambio, la artista palmera si contó con las luces necesarias para expresar todo su talento y no dudó incluso en echar mano de los bidones fluorescentes esparcidos por el lugar. Para cuando se quitó los pantalones, los presentes ya estaban enganchados con los movimientos hipnóticos y resquebrajados de Teresa, lo que le mereció una ovación al terminar.

Ustad Nawazish Ali Khan

Llegaba el momento de empezar a deleitar los oídos y el que fuera miembro del grupo multiétnico Fun-Da-Mental era el indicado. Acompañado del percusionista Ashiq Hussain, la voz del hindú, mezclada con armonio y las cuerdas de su instrumento, captó de inmediato la atención del público. Con un tono claramente oriental, espiritual y que en ocasiones otorgaba un toque íntimo al ambiente de la sala. Poco a poco el ritmo comenzó a ir a más hasta que las palmas acompañaban la voz y la percusión en una conjunción casi mística. Los vítores al final de la interpretación no fueron pocos y ambos músicos permanecieron al menos un minuto en el escenario agradeciendo la ovación.

The Suicide of Western Culture

¿En una palabra? Impactante. La fuerza que transmitió este dúo fue simplemente sobrenatural. Sin duda la actuación de la noche, la que más personas reunió en la sala. Llena de visuales de altos contrastes cromáticos con frases superpuestas (love your friends-hate the politicians, se podía leer); sonidos con matices industriales y analógicos, intros pausada pero in crescendo, fuertes beats en los momentos álgidos de la sesión, uso de voz y samples de guitarra distorsionadas que daban mayor potencia a la sesión y hacía expulsar rock sintético a borbotones por los altavoces. Vocales con eco fulgurante con uso de filters y reverb. Un sintetizador imponente, clave para el acompañamiento de las bases. Se había desatado la locura colectiva característica del Keroxen y el dúo ya tenía a sus pies a un público entregado, que no tardó en gritar eso de “otra, otra otra”.

D. Watts Riot

El británico, un veterano del Keroxen, era el elegido para cerrar esta edición del festival por todo lo alto. Una sesión marcada por ritmos r&b, con un inicio de percusión con aires africanos. La característica energía de Dave le impedía parar de moverse y de bailar frente al monitor, al tiempo que realizaba scratchings discontinuos y rompedores. Comenzó a mezclar funky y a alternarlo con bases de r&b y hip hop y ¡todo el mundo a bailar!

Vibrante cierre del Keroxen 14 con mucha variedad, algo de latencia entre espectáculos, pero digno de cargar con la reputación de festivalazo que le precede. Queda algo de mal sabor de boca por la jornada suspendida a causa de las condiciones meteorológicas, aunque vino bien el descanso para que la gente pudiera dejarse toda la energía en este cierre. Ahora a esperar al 2015 y ver qué nos depara la próxima edición en este polifacético tanque. ¡Larga vida al Keroxen!