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artistas y comisarias el motor que no se mueve

'Motor que no se mueve' en la SAC

'Motor que no se mueve' es el título de la nueva propuesta expositiva de la Sala de Arte Contemporáneo en Santa Cruz de Tenerife, una reflexión sobre la portabilidad de la obra de arte y la capacidad del objeto artístico de trasladarse y parasitar contextos y espacios.

Curada por Miu Horemans y Narelys Hernández, bajo la coordinación de Javier Sicilia, la muestra forma parte del proyecto http 301 que busca atender propuestas que puedan beneficiarse de contextualizar y desplazar sus prácticas a lugares alternos.
Para los comisarios, "el movimiento, que se ha establecido como un eje fundamental de jerarquización y afección en el escenario contemporáneo, ha supuesto la apertura de posibilidades expositivas alternas no sujetas exclusivamente a lugares de exhibición normativos".  Sostienen que la era de la portabilidad implicó para la obra de arte más que una herramienta, una condición en sí misma, "adquiriendo la posibilidad de autoexponerse casi en cualquier lugar y sobrevivir en territorios tanto materiales como inmateriales, explícitos o virtuales, móviles o nómadas, sin aferrarse a estructuras institucionales o arquitectónicas".

En este sentido, la SAC, Sala de Arte Contemporáneo acoge obras arribadas de recorridos exteriores que se predisponen a cuestionar aquellos sistemas de orden que rigen los espacios expositivos tradicionales; los denominados cubos blancos.

Bajo estas lógicas, 'Motor que no se mueve' comenzó su itinerario fuera de las instalaciones de la SAC a través de dos exposiciones pop-ups con extensión de un día.  La primera parada tuvo lugar en el Teatro Victoria, el pasado el 12 de mayo, con la propuesta 'Entre el jubón negro y el binder blanco' con la intervención de Carla Marzán. El escenario de las artes vivas se convierte en espacio expositivo desde su práctica artística, para indagar en la tradición oral y la memoria corporal.

'We the owned and the incel masters' es una pop-up que contó con una exposición itinerante de Mike Batista a bordo de un vehículo con apertura en Gran Canaria y Tenerife el sábado 10 de junio. Desde una mirada queer disidente, Mike Batista observó los órdenes que rigen el territorio, el paisaje, y por extensión, el propio espacio expositivo. "Su investigación aborda el paisaje devenido objeto turístico y el cuerpo como mercancía regulada por narrativas monopolistas que invalidan las posibilidades de espacios propios y en donde la performance ha perdido su carácter de resistencia",  señalan.
Estas obras desembocan en la SAC el 23 de junio, donde permanecerán hasta el 28 de agosto, junto a las de Emma Marting y Agustín Baute, que abren debate sobre las tensiones, posturas y recorridos que se generan en torno a la arquitectura de la sala expositiva.

La obra de Emma Marting atiende a través de una perspectiva de género el devenir de la imagen modelada a los ojos del otro y su implicación en la era digital. La artista acoge como espacio de reflexión las (auto)representaciones del cuerpo femenino, tanto a lo largo de la historia como en el contexto actual, evidenciando su reproducción desde una óptica androcéntrica vertical.

Por su parte, las piezas de Agustín Baute entienden la práctica artística como una incisión en lo manual a través de las tareas del cuerpo, donde el “aura" del objeto artístico se pone en crisis. En pos de esta visión del artista como trabajador, hace uso de la poética matérica con conceptos tales como la tensión, el límite o el movimiento.

La muestra permanecerá durante dos meses en la Sala de Arte Contemporáneo que el Gobierno de Canarias gestiona en la capital tinerfeña, ubicada junto al Parque de La Granja, en el edificio de la Biblioteca Pública del Estado. El horario de visita es de lunes a viernes de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 , con entrada libre.