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 '¿Sigue peinándose siempre de la misma manera, La cantante calva?'

'¿Sigue peinándose siempre de la misma manera, La cantante calva?

El Desleal, espacio cultural de teatro, cuerpo e imagen, situado en La Laguna ofrecerá durante los días 1 y 2 de diciembre a las 20:30 la obra '¿Sigue peinándose siempre de la misma manera, La cantante calva?'. Una adaptación del clásico de Eugène Ionesco 'La cantante calva' que cuenta con la ayuda del Instituto Canario de Desarrollo Cultural, ICDC del Gobierno de Canarias.

Esta puesta en escena, bajo la dirección de Enzo Scala, será el estreno de la propia compañía de El Desleal. Una celebración disparatada que verá la luz a través de la popular obra de Ionesco, que se estrenó originalmente en 1950 y que a día de hoy sigue siendo novedosa y rupturista, y una de las puntas de lanza del teatro del absurdo.

En esta primera producción de El Desleal participan Rocío Andrés Morillo, Héctor Gutiérrez, Idaira Santana, Óscar Bacallado, Iratxe Menalbert y Joel Morales.

Sin duda es su propio director, Enzo Scala, quien describe mejor las sensaciones de esta obra a través de las notas extraidas de su cuaderno de dirección:

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"'La cantante calva' es un disparate provocador. Una pieza fundamental del estilo que se suele definir, ya sea por fas o por nefas, teatro del absurdo. Un texto que sigue seduciéndonos por manifestar la ruina de nuestra comunicación verbal.

La pieza tiene ya más de setenta años de vida y ponerla nuevamente en escena no es una operación de museo, no es solo un divertido entretenimiento, es verificar su actualidad. No se necesita saquearla, solo una leve adaptación, subrayando la agonía de una civilización occidental sorda a los ecos inquietantes de las guerras e incapaz de proyectarse en un futuro sostenible.

En esta pieza o antipieza, parafraseando a su autor Eugène Ionesco, el ataque al lenguaje que pretende representar el mundo en el que vivimos y niuestra identidad se hace incesante hasta llegar deliberadamente a fragmentar el diálogo, destruirlo, reducido a condiciones ilógicas e irracionales. Los personajes deambulan en el espacio claustrofóbico de sus palabras y de sus vidas, resignados a la condición de meras marionetas, víctimas de la manipulación de quizá quién o qué.

Encadenados por frases hechas, tópicos y lugares comunes que no nos pertenecen, siguiemos viviendo al ritmo de un péndulo fantasma que toca sin piedad y aleatoramente.

Al menos una vez en nuestra vida, cuando ya el lenguaje con el que pensamos no puede referirse significativamente al mundo exterior, hemos sentido el mareo de ser habitados por una asombrosa extrañeza universal, un cierto asombro, reacción de nuestra conciencia. En realidad, y me lo digo a media voz, sospecho que es este mismo asombro mi conciencia más auténtica y profunda."