El 3 de mayo se celebra en diferentes puntos de Tenerife el Día de la Cruz. Este es el caso de la capital, Santa Cruz de Tenerife, que se fundó el 3 de mayo de 1494, efeméride que se celebra cada año con gran entusiasmo del pueblo chicharrero. En el municipio, este es el mes de las flores, del tipismo y de la tradición, que cuenta con un diverso programa de actos para todas las edades.

La noche del día 2, la víspera del cumpleaños, la plaza de España, la plaza de la Candelaria y la alameda del Duque de Santa Elena se llenan de mesas donde se reúnen familias en el multitudinario baile de magos, y el día 3 la gente pasea por todos los rincones de la ciudad disfrutando de las cruces bellamente engaladas con flores por colectivos sociales, vecinales, deportivos, etc. Y durante todo el mes se celebran procesiones, concursos gastronómicos, muestras de ganado y deportes autóctonos, entre los que destacan la lucha canaria o el juego del palo.

Las cruces engalanadas son una parte fundamental de la historia de las Fiestas de Mayo, sobre todo el Día de la Cruz, el 3 de mayo. Son incontables las cruces enramadas con flores de colores y frutos que cada año el propio Ayuntameinto premia por su belleza.

Pero esta costumbre de enramar cruces no es solo exclusiva de la capital tinerfeña. El 3 de mayo es también un día festivo en otras localidades de la isla, como Puerto de la Cruz, donde también se engalanan las cruces, o Los Realejos. Es en este municipio donde las fiestas se celebran además con gran devoción popular y culminan con la exhibición de un espectacular castillo de fuegos artificiales al paso de la procesión, famoso en todas las Islas Canarias y en Europa por la cantidad y calidad de material pirotécnico empleado.