En un desapacible jueves otoñal con alerta por lluvia y viento, el auténtico 'vendaval' y 'chaparrón' se vivió dentro de la sala 2 del Espacio Cultural Aguere en La Laguna, que de nuevo nos sorprendió gratamente trayendo a esta isla a uno de los grupos, por no decir EL, revelación de la música española de 2013, León Benavente y su disco homónimo.
Poco o nada queda ya por decir de este grupo con tendencias indie, pop y rock, formado en 2012 por cuatro músicos de amplia experiencia y trayectoria al margen de este nuevo proyecto; por lo que no voy a repetir lo dicho hasta la saciedad. Con un solo disco en su haber, apenas cuarenta minutos de canciones que hablan de la realidad del día a día y del sentir de la gente en la calle, con lecturas entre líneas que hablan del descontento y del momento de cambio que vivimos, con melodías pegadizas y ritmos que se te instalan en el subconsciente a la primera escucha, quedaba tan sólo una cosa por comprobar; si era cierto lo que se decía de tener un directo intenso y brutal a pesar de la falta de repertorio: desde luego aquí se hace verdad irrefutable aquello de “lo bueno, si breve, dos veces bueno”.
Porque en la hora y pico de puro show y derroche de energía no hubo respiro desde el minuto uno hasta el último segundo. Cuatro músicos totalmente entregados que nos contagiaron su fuerza y carisma sin tregua alguna; música y letras que nos llevaron al éxtasis a un público ya curtido entre el que mis canas no desentonaban demasiado, con momentos de puños en alto y pulgares abajo en temas como Revolución o El Rey Ricardo, en un día para más INRI no falto de simbolismo...
Y es que tras aparecer en el escenario del Aguere sin apenas tiempo para aplaudirles comenzó la descarga de casi todos los temas del disco, sin apenas descanso entre uno y otro salvo para un chupito, e intercalados con temas no incluidos en el mismo además de una versión de la canción de Ilegales Europa ha muerto y otra de Cuesta abajo de Lorena Álvarez, nunca tocada antes en directo por el grupo, y que cerraba el concierto antes de llegar al momento álgido por todos esperado en el aclamado bis: la interpretación de lo que para un servidor son dos de los temas fetiche del discazo de este grupo, La Palabra, para empezar, y, como no, la increíble, pegadiza y envolvente Ser Brigada con su demoledora línea de bajo y ese riff de guitarra que te van subiendo poco a poco hasta llevarte, como bien dijo el frontman y cantante del grupo Abraham Boba, “...de La Laguna, al cielo”. Y ahí arriba sigo yo desde entonces.
Solo el desánimo de algunos cobardes ante la lluvia evitó el lleno total en el Aguere. Fue ese pelito que faltó para completar una noche perfecta. El experimento, eso de organizar un concierto un jueves a horario temprano, salió más que bien. Y la ubicuidad, eso de traer a un grupo en su momento ideal, por una vez funcionó en Canarias. Extraña banda revelación de músicos curtidos, León Benavente reúne a profesionales que curiosamente ya habían pasado por Tenerife bajo nombres como Schwarz, Tachenko o Abraham Boba. Y el impacto de su irrupción en 2013 se percibió en la capacidad de convocatoria del grupo a pesar de alertas, borrascas y jueves.
Con la tranquilidad de ‘Década’ arrancó sobre las nueve y veinte de la noche un concierto de confirmación de alternativa y vuelta al ruedo. A ver, la solvencia se les nota con todo eso de que son la banda en directo de Nacho Vegas y de que están curtidos en mil escenarios. Suenan perfectamente engrasados, están comodísimos sobre la tarima y se entienden al segundo, capaces de cambiar la intro de una canción porque la guitarra se le desengancha a Abraham. El comienzo tranquilo y hasta tímido de ‘Estado provisional’ y ‘Muy fuerte’ va dando paso a un recital en constante ascenso donde la flojedad de algunos temas se suple con tablas, un Abraham Boba muy chulesco (con media platea, ellas y ellos, enamorados de él) y la manera en que el grupo no solo toca, sino demuestra que toca.
Sonido casi perfecto gracias a un técnico propio atentísimo, y trucos de artista bregado como ese juguete en forma de pedal que dobla la voz en un efecto que ensalza aún más lo sobrado que va el señor Boba. En las letras, la sensación de que la verdadera banda sonora del fenómeno Podemos está en manos de estos treintañeros. Reparten juego entre su disco de estreno y su siguiente EP ‘Todos contra todos’, reciente trabajo que toma protagonismo en un tramo final de actuación que conjuga ‘Avanzan las negociaciones’, la versión de Ilegales ‘Europa a muerto’ (con la evidencia de esa conexión entre una forma de cantar las cosas en castellano que va desde Jorge Ilegal hasta León Benavente) y la propia ‘Todos contra todos’, para acabar la parte fuerte del concierto con la esperada ‘Ánimo, valiente’.
Aún faltaba el despliegue final. Una versión de Lorena Álvarez y su Banda Municipal solo comprensible por su efecto desengrasador para asomar a la traca de cierre: ‘La palabra’ y, obvio, ‘Ser brigada’ con los cuatro leones totalmente desbocados. Todo el mundo quedó con la sensación de que se había hecho corto a pesar de superar la hora y cuarto de recital. No hay mejor signo (y que vendieron todos sus discos, y las caras de satisfacción y relajante descenso a la realidad de la banda mientras se hacía fotos y hablaba con todos tras la actuación en el bar del Aguere) de que el de León Benavente era el concierto que necesitábamos, justo ahí y justo ahora.
Crónica del concierto de León Benavente. 20/11/14. Aguere Espacio Cultural. Texto 1: José Carlos 'Charly' Pérez Texto 2: Job LedesmaFotos: Carlos Barrera (Aguere Cultural)
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