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“Cuando todo está dicho, entonces es cuando podemos empezar a hablar sobre cualquier cosa” Jean-Paul Sartre Me comentan los capos legendarios que este mes de febrero cumplen nueve años, nueve, de actividad editorial. Aparte de la lógica alegría y consiguiente felicitación que merecen noticias de este estilo, a uno le da, inevitablemente, por pensar en el significado de una publicación como esta. Y la mejor respuesta posible que se me ocurre es: “ninguno”. Está claro que estamos ante un proyecto empresarial de iniciativa privada que, en su intento por cubrir la agenda del ocio, la cultura y las artes en general de la isla, ha terminado trascendiendo su objetivo inicial. Siempre ha habido un punto anarco-sarcástico-autoirónico y paródico en esta publicación que subyace tras cada ejemplar y ese espíritu ha permanecido, a pesar de que, en contra de los deseos de los sectores más integristas, ha tenido que aumentar su espectro de acción informativa y canalizar un formato que la convirtiera en lo que es hoy en día: una completa guía mensual del qué-es-qué en nuestra isla. Lo curioso del asunto es constatar que, mes tras mes, agota su tirada de miles de ejemplares en los primeros días de su distribución, lo que confirma que existe una demanda de este tipo de información en Tenerife, y eso a pesar de que no termina de cerrarse una base estructural que sostenga toda esa demanda (y no nos referimos sólo al terreno musical) Algunas posibles explicaciones de este fenómeno ya las hemos sugerido en estas líneas (si no, las pueden encontrar en los sesudos informes anuales de nuestras instituciones culturales) Si vamos a ser sinceros, el futuro que se le puede vislumbrar a una publicación de estas características, en los tiempos que corren y en el territorio que habitamos, no es que esté inundado por un radiante sol de esperanza. Pero ahí, quizá, radica la mejor capacidad de resistencia y avance de cualquier individuo, colectivo o entidad. Haber perdido toda esperanza. Como ese joven tunecino que, desesperado, consiguió con su inmolación lo que nunca hubiera conseguido en vida: cambiar un país. A más pequeña y humilde escala, uno acude fiel a la cita mensual legendaria esperando no tener que recordar, ante la desaparición de algo o alguien, la importancia que tenía en nuestras vidas: ninguna, es decir, toda. Escucha recomendada para la lectura: The Vines “The Winning Days” Ampliación del Campo de Batalla