La compañía de teatro Abubukaka hace balance de su sexto año triunfal con brillantina, por boca de Amanhuy, portavoz autorizado
.- ¿Valoración de la 6ª temporada? .- Muy buena, seguimos creciendo. El año pasado hacíamos cuatro pases de cada espectáculo y este una media de seis. En noviembre hace seis años que nos estrenamos en el Café Siete y la sensación es que todo va a más, en seguidores y en exigencia.
.- ¿Se puede llegar a la tierra prometida, ‘vivir de esto’? .- Pues con números reales, nosotros ganamos 300, 400 euros al mes...
.- ...toda una renta... .- Para actuar en bares está excesivamente bien. A nivel público, Abubukaka es un éxito, si eso es lo que nos da, imagínate si se puede vivir de esto. También te digo que hay amigos de otros amigos que viven mejor que nosotros aunque arrastren mucho menos público.
.- Así nunca tendremos el chalecito en Radazul .- Es que somos unos manirrotos, y medio comunistas.
.- Y eso que trabajan mucho como grupo, creando continuamente nuevos números, vídeos... .- En la cuarta temporada llegamos a hacer once estrenos. Además, son los seis años más los cuatro de escuela y ya te conoces tanto que sabes donde cada uno tira más.
.- Este año han dado el salto a los escenarios de mayor formato ¿qué diferencia tienen con el café teatro? .-Pensábamos que lo que hacíamos no era representable en teatros. No es solo la cercanía, sino que tener una cerveza en la mano cambia la tesitura. Poco a poco vas cogiendo confianza y hemos actuado en La Hamburguesa, en La Cucaracha, espacios muy grandes, y ha funcionado.
.- Como con la Canción del Carnaval .- El público estaba a treinta metros, pero se rieron. Y ha tenido doble filo: las instituciones han confiado. Hay una ñoñería en torno al arte en Canarias, como si lo que hacemos en los bares no fuera teatro... yo no sé lo que es teatro, soy actor, licenciado, pero no sé la diferencia entre ‘teatro’ y ‘teatro en un bar’. Ha llegado un punto en que es tan flagrante el éxito en bares que se han tenido que plantear llevarnos a otros espacios.Y la crisis nos ha beneficiado: se vivió en una burbuja, había dinero para repartir, pero se acabó, y lo primero que se valora es que una obra sea barata.
.- ¿? .- Claro, y si encima tienes la lucidez, con toda la ironía, de cobrar una entrada (muchos ayuntamientos no cobran entrada en los teatros, no lo entiendo, es la tradición de la cultura canaria ¡venga!¡hala!) pueden amortizar la inversión. Se ha empezado a tener en cuenta la asistencia: la media en Canarias es de cuarenta espectadores.
.- También fueron a actuar a Madrid... .- Siempre hemos querido ampliar público. Parece que hay algo en Madrid que cautiva, pero para nosotros Madrid es lo mismo que Tazacorte, lo que más caro. Tuvimos buena aceptación de público, pero no es rentable.
.- ¿Lo volverán a intentar? .- A corto plazo, no.
.- En la estancia coincidieron con la polémica con Gran Wyoming acerca de los editoriales de El Día, y la posterior respuesta de Abubukaka en Youtube. ¿Cómo vivieron este episodio? .- Bueno, en el vídeo lo decíamos: lo único que pretendíamos era captar atención. Dani Mateo contestó...
.- ¿Qué tal le sentó? .- Bien, le molestó que lo llamáramos gilipollas, pero de resto le gustó mucho.
.- ¿Y no había nada de impliciación ‘patriótica’? .- Fifty fifty. Se meten con algo que de alguna manera identificas y tratas de responder, siempre en un tono moderado.
.- ¿Y si hubieran sido artistas locales los que dan origen a esto? ¿Si se les hubiera ocurrido a ustedes el vídeo de El Intermedio? .- Seguramente no habría tocado tanto la fibra, ni aunque hubiera sido un grupo de Las Palmas hablando del pleito.
.- Finalmente, diga por favor unas palabras para los lectores de Lagenda... .- Sí, esto... gaveta, cou y destornillador.