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Cualquier obra de Darío Fo garantiza el espectáculo. Es apostar por lo seguro. Si al evento añadimos a Lili QuintanaCarmelo Alcántara, la apuesta es ganadora. Eso es lo que acabo de ver en la primera noche de los Premios Réplica en Tacoronte. Un montaje que apostó por lo seguro. Algo pensado para el gran público pero que también contiene mensaje e intenciones. La hipocresía social en el asunto de las relaciones de pareja queda al descubierto.

Actor y actriz hacen lo que saben hacer. Interpretan con soltura sus papeles. Están bien dirigidos. La escenografía les acompaña. El público también. ¿Por qué, entonces, el espectáculo pasó por mis adentros como si tal cosa? Tal vez porque Darío y Franca Rame, autor y autora del texto, fueron en su día demasiado suaves. Se limitaron a exhibir lo que aflora. Lo que todos sabemos. Pero también porque Lili y Carmelo resultan muy “Lili y Carmelo”. Los gestos de ella los hemos visto una y mil veces por televisión. Y él nos recuerda demasiado el “landismo” de aquellos años setenta en nuestro país. Pero eso es lo que quiere el público. Es como el que va a ver a Pepe Benavente: quiere ver a Pepe.

Benjamín Santana

La obra es entretenida. Se reconocen los vicios de una sociedad machista que acepta el adulterio masculino pero no el femenino. Se reconoce al macho cazador, y la hembra sumisa que, cuando decide ser ella misma, supera al hombre con creces hasta llevarlo hacia la más desconsolada nada. La pregunta que me hago es: ¿la sociedad responde a estos cánones todavía hoy? Claro que los reconocemos. Pero, afortunadamente, pienso que su uso ya no está tan extendido como para poder generalizar.  De ahí que la pieza me resulte un tanto demodé. Puede que allá por los ochenta, cuando fue escrita, el fenómeno estuviese algo más extendido. Ahora no. Ahora la violencia es mayor, el machismo es más extremo: mueren ellas. Hay en la obra de Fo y Rame una cierta atmósfera idealista que no refleja del todo el momento actual. El tema es mucho más cruel, mucho más descarnado que el tono de comedia que decidieron para contarlo al público. Aunque eso también es una apuesta de los directores al darle el tono y decidir la actriz principal.

Los Premios Réplica empiezan con un espectáculo de consumo fácil. Atractivo. Al gusto de muchos. De digestión ligera y tertulia entretenida. Lili y Carmelo están en boca de todas las personas que asistieron a la representación. Yo mismo, cuando me dirijo hacia el auto para regresar a casa, camino un poco como Lili, incluso me detengo en la noche (cuando nadie me ve) para hacer uno de sus gestos. Y mañana diré a mis amistades que pasé un rato entretenido en el teatro, que sonreí. Y eso, con la que cae, no es poca cosa. “Pareja abierta” te abstrae de otras cavilaciones y te deja con el sabor de lo fue esta sociedad, o de lo que sigue siendo, en algunos casos, pero también con la sensación de que la vida, hoy, va por otros lados. 

Benjamín Santana

 

“PAREJA ABIERTA”. Compañía Profetas del Mueble Bar. PREMIOS RÉPLICA. 4 de Marzo 2015. Tacoronte

Fotos: Benjamín Santana 

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Primero de los seis espectáculos de los Premios Réplica