Auditorio de Tenerife abre la temporada 2024-2025 con la optimización acústica de sus salas. El objetivo es que el sonido que se emite desde la fuente, en el escenario, llegue de la forma más fiel posible al oído del público. Para ello, y tras un minucioso estudio elaborado por una empresa especializada, se han llevado a cabo unas obras de alto nivel para la colocación estratégica de paneles con un sistema de difusión acústico que, además, se ha colocado en total sintonía con la estética del edificio.

En una visita técnica para comprobar el resultado de las obras, el consejero de Cultura del Cabildo de Tenerife, José Carlos Acha, se mostró satisfecho con el resultado: "es un cambio impresionante que va a notar tanto el público como los artistas del escenario y los músicos del foso, y que coloca a la Sala Sinfónica como una de las mejores del mundo". Además, el consejero aseguró que "la mejora estética de la Sala de Cámara es muy notable y va a sorprender positivamente".

Junto al consejero, estuvieron presentes Daniel Cerezo, gerente del Auditorio; José Luis Rivero, director artístico de la institución; Jorge Cabrera, jefe de producción técnica; Blanca Arévalo, adjunta a la jefatura de administración; Ricardo Sanles, el ingeniero de sonido de RG Sanles Acoustics, responsable del proyecto, y Julio Orta, gerente de Etcétera Estudio, que trabaja en la dirección de la obra.

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Esta nueva inversión, que se ha logrado después de un proceso que ha llevado varios años, responde al compromiso de Auditorio de Tenerife por ser un espacio cultural constantemente actualizado y al día, ofreciendo un servicio público de alta calidad que persigue la excelencia tanto en la programación como en la gestión. Muestra de ello son las constantes revisiones integrales y la certificación de su política medioambiental, turística y de calidad, entre otras.

Tras la adquisición e implantación de la concha acústica y actualización de los equipos de sonido en 2019, que suponía la fase1 de este gran proyecto, ahora se han abordado conjuntamente las fases 2 y 3, que se encargan del foso, el proscenio y el espacio donde se ubica el patio de butacas de las dos grandes salas del edificio. Tres empresas británicas han sido las encargadas de elaborar y ejecutar estas obras de mejora que han requerido 1.200 metros cuadrados de material acústico.

Se ha realizado una actuación durante el mes de agosto con más de 3.000 paneles difusores del sonido que respeta la arquitectura para mejorar sin transformar. De esta manera, la Sala Sinfónica y su foso y la Sala de Cámara, que ya cumplían con los parámetros versátiles estándar para todo tipo de formaciones y estilos, optimizan su acústica viéndose beneficiadas con esta tecnología punta.

Para ello, la empresa RG Sanles Acoustics ha realizado un estudio para elaborar un proyecto previo de mejoras acústicas con la finalidad realizar las obras de forma minuciosa y certera. Se ha analizado la música y la voz humana para optimizar el rendimiento de la sala con un modelo en 3 dimensiones escaneado de las salas y realizando múltiples mediciones y ensayos.

Se busca calidez cambiando las texturas de los revestimientos, para ganar fuerza en los graves y tener menos reverberación y disrupciones. La distribución sonora es la misma, se mantiene la potencia de la sala, pero la contribución de estos revestimientos la convierten casi en un músico más, un elemento fundamental de cada concierto. Estos difusores añadidos en forma de paneles hacen que el sonido no salga directo sino en todas direcciones para que sea mejor percibido.

La contrata Acoustic GRG Products ha llevado a cabo la implementación del proyecto, la fabricación de los característicos materiales y la instalación, en la que también ha estado involucrada la empresa ISS Acoustic & Interiors. Los resultados en la Sala Sinfónica ya están siendo percibidos positivamente por el equipo audiovisual del Auditorio de Tenerife.

En cuanto a la Sala Sinfónica, se ha trabajado en los puntos de recepción de las paredes recubriendo reflectores de yeso de alta densidad con paneles perforados de madera con fibras de densidad media sin pintar, que se muestran envueltos en una tela acústicamente transparente, una tecnología que llega desde Francia y que ya se está aplicando en otros auditorios del mundo. De esta manera, los paneles no atenúan, sino que logran un retorno seguro. Además, estos cambios también mejorarán la inteligibilidad del órgano, único en el mundo, que está alojado en las paredes de la sala.

En lo que se refiere al foso, antes no era absorbente, no tenía un ambiente acústico adecuado, y ahora, con este sistema de panelado, es mucho más confortable tanto estéticamente como acústicamente, algo que van a notar mucho el público y los músicos de la Sinfónica de Tenerife cuando interpreten desde esta zona, como en las funciones de la temporada de Ópera de Tenerife.

Además, el muro lateral del proscenio y el puente hacia la sala también se han mejorado con paneles reflectantes en negro, un sistema de paneles difusores perforados que optimizan la difusión.

Por su parte, la Sala de Cámara también recibe una fuerte inversión, luciendo un nuevo muro de entrada con este tipo de paneles en color blanco y madera con sistema ranurado de terminaciones en vertical y horizontal. Asimismo, se han colocado paneles difusores en los truss que sujetan la iluminación escénica.

La concha acústica fue hecha ex profeso para la caja escénica de la Sala Sinfónica y ofrece diferentes configuraciones. La ejecución de este nuevo equipamiento presentaba varios desafíos y el principal problema era que los paneles de la concha anterior restaban potencia a la orquesta, la atenuaba. Por eso, la actual concha acústica, de color blanco, presenta unos paneles modulables con un mecanismo de microabsorción que hace que el sonido se perciba de una forma suave y mejora el entendimiento sonoro entre los músicos.

La Orquesta Sinfónica de Tenerife estrena su temporada este viernes 13 de septiembre a las 19:30 con un programa en el que interpretará obras de Weber, Mendelssohn y Sibelius conducido por Vasily Petrenko y con el violinista Sergei Dogadin como solista.