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Performance colectiva y divertida para todos los públicos como colofón de la exposición ‘Souvenir, souvenir’ que durante los meses de verano ha estado instalada en el Museo de Historia y Antropología de Tenerife. La artista madrileña Alicia Ríos y su equipo en colaboración con Antoni Miranda realizaron un taller sobre arte comestible y este particular concepto cercano al canibalismo cultural que es comerse las obras de arte realizadas con un carácter especialmente simbólico. Salió la artista el día de autos a la puerta del museo para recibir al público y dar unas indicaciones básicas del juego. Se trataba de entrar a una especie de mercado en el que los productos eran como los típicos souvenirs de canarias que se encuentran en las tiendas de souvenirs. Pero con la gracia de que eran comestibles, hechos de gominolas, masa de galleta, obleas, fruta y otros alimentos manipulados... todo ello para practicar una especie de ‘islasfagia’ o quizá ‘fagonesia’ pagando además con dinero comestible, billetes de 500 euros, monedas de chocolate y otras lindezas que regalaban a la entrada. Una metáfora en definitiva sobre la apropiación deglutiva de los objetos, orientada en este caso a descubrirnos y reconocernos a nosotros mismos, los nativos, como turistas en nuestra propia tierra, consumiendo nuestros propios souvenirs; cositas como el manto de la Virgen de Candelaria de galleta, plantas endémicas ‘modificadas’, collares y abalorios, teides de merengue, figuras de maga de hojaldre y gominola... Muy divertido al tiempo que instructivo.