La exposición 'Coser el molde' reúne una selección de obras de cuatro artistas mujeres que exploran el uso del textil y la cerámica en su práctica artística. Estos modos de expresión que históricamente se han asociado a lo doméstico, lo femenino y las artes aplicadas, se convierten en el vehículo para una revisión crítica y estética en el contexto del arte contemporáneo.

La muestra podrá visitarse en el nuevo espacio Lapanera (arte recién salido del horno) de San Cristóbal de La Laguna Calle Manuel de Ossuna, 73, desde el 21 de diciembre (a las 12:00) al 21 de enero de 2025

'Coser el molde' hace referencia a la idea de ensamblar, de unir elementos para crear nuevas formas. Este concepto se refleja tanto en el proceso creativo de las artistas como en el propio acto de 'coser' y 'moldear', que implica la acción de integrar diversas piezas, materiales y significados.

'Coser el molde' puede visitarse en el espacio Lapanera de La Laguna desde el 21 de diciembre de 2024 hasta el 21 de enero de 2025

En sus piezas, Julia María Martín, Cristina Ortega, Marina Valls y Francisca Rubio Wenk cuestionan los usos convencionales de estos materiales y técnicas, explorando sus límites y dándoles un nuevo poder narrativo y visual. La muestra busca visibilizar las voces de estas cuatro creadoras contemporáneas que redefinen en su obra los lenguajes artísticos tradicionales.

La serie de 'Intervenciones sobre postales y fotografías antiguas de Canarias' de Julia María Martín (La Orotava, 1979) nace de una necesidad por seguir explorando y experimentando con diferentes técnicas y medios textiles en diversos formatos y/o soportes. En este caso, a través del bordado en un soporte fotográfico.

Esta serie está compuesta por un conjunto de postales y fotografías antiguas de Canarias que la artista ha ido recopilando con el tiempo y que va interviniendo con el fin de generar nuevas narrativas. Puntada tras puntada, los hilos van modificando la imagen existente mediante colores, exturas y formas que contrastan con la fotografía original, proporcionando así otra dimensión a la imagen.

Marina Valls (Mallorca, 1987) actualmente está trabajando la salud mental, en concreto la ansiedad y el estrés. De estos pensamientos surge 'Nudo Mental' un conjunto de obras centradas en el ruido mental.

Vivimos en una era saturada de estímulos e información, donde el ruido mental se ha vuelto un compañero constante que nos desconecta de nuestro entorno. La obra 'Ruido Mental' explora esta dinámica moderna, invitando al espectador a reflexionar sobre la carga invisible de pensamientos intrusivos y preocupaciones. La pieza, simboliza la invasividad de nuestras listas mentales y la autoexigencia que nos impide disfrutar del presente. Estas piezas no sólo visibilizan el impacto del ruido mental, sino que también ofrece un espacio de introspección para reconectar con uno mismo y el entorno.

La obra de Cristina Ortega (Gran Canaria, 1999) se centra en la exploración de cómo los tejidos pueden transformar nuestra experiencia del confort, la corporalidad y la intimidad. A través de su trabajo, busca reconfigurar la relación entre los espacios que habitamos y los cuerpos que los ocupan, cuestionando cómo las dinámicas de consumo contemporáneas afectan nuestra conexión con lo más esencial. Aunque sus piezas parten de experiencias personales, trata de invitar al espectador a reflexionar sobre lo privado como una vivencia compartida.

Las cuatro piezas que presenta Cristina Ortega en esta muestra están divididas en dos instalaciones o conjuntos. 'Como oro en paño' y '¿Dónde está el fruto?' están influenciadas por la forma de la gota, la púa, la espina... Esta se muestra como un aliciente para contar una historia, un giro que colma el vaso.

Las obras 'Esposas' y 'Todo va genial', de Francisca Rubio Wenk (Córdoba, Argentina, 1999) pertenecen a la serie 'Mothering', práctica artística que está construida a través del patrón repetido y a la técnica de bordado debido a las connotaciones históricas de la técnica: una disciplina infrava-lorada, clasificada como 'arte menor' y relegada al ámbito femenino. Una línea de investigación que aborda es el estudio del imaginario doméstico cons-truido: el hogar como un lugar supuestamente seguro y agradable, la maternidad y las relaciones dañinas entre madre e hija, las dinámicas de roles, de juegos de poder dominante-dominado que se traducen en conductas aprendidas y repetidas cuya fórmula viciada se hereda generación tras generación, como los roles femeni-nos.

Julia María Martín asume la práctica artística como un proceso de investigación y experimentación de diversos materiales, en el que aprovecha las posibilidades que estos le pueden ofrecer.

Su trabajo se ha centrado en el textil como medio plástico, por sus cualidades, características, variedad de técnicas y diversidad de materiales que puede utilizar.

'Las técnicas que utilizo van desde el punto y el crochet, hasta la costura, el bordado o el punch needle entre otras, técnicas y modos de expresión tradicionalmente 'mal' llamados femeninos ya que se han asociado a la mujer, a lo doméstico y a lo artesanal, no obstante, lo que más me interesa de este, es realmente la experimentación con el material en sí mismo, cuestionando así cómo se condicionan los modos de relación entre arte-artesanía y cómo una serie de quehaceres y técnicas que se han ligado a lo femenino, repercuten en el arte de nuestros días.'

Su obra se caracteriza por el propio proceso de ejecución, por una suma de gestos, envolver, coser, atar, anudar, enlazar..., pequeñas acciones que se van sumando y uniendo hasta convertirse en un medio en sí mismo; un proceso lento y laborioso, donde prima la paciencia, la delicadeza y como no, el transcurso del tiempo. Un proceso totalmente contrario a la rapidez mágnificada en la que vivimos.

Marina Valls es una artista multidisciplinar que combina diseño, escenografía y cerámica en su práctica artística. Su obra se inspira en la naturaleza y en los pequeños detalles cotidianos, celebrando la belleza de lo íntimo y lo efímero. Su trabajo refleja una filosofía de vida que valora lo simple y significativo, capturando momentos fugaces como gestos, pensamientos o elementos de la naturaleza, para transformarlos en piezas únicas.

Marina aborda cada etapa del proceso artesanal con plena conciencia, desde el corte hasta el dibujo final, considerando cada decisión como parte esencial de la obra. Este enfoque pausado y meticuloso convierte su práctica en un diálogo creativo, donde la precisión y el respeto por los tiempos naturales realzan el valor de cada pieza.

Cristina Ortega es una artista textil cuya práctica se centra en la exploración del confort, la corporalidad y la intimidad a través de los tejidos. Criada en Vecindario, transforma anécdotas personales de su vida familiar en un lenguaje visual que, aunque profundamente personal, conecta con la experiencia colectiva de su generación. A través de su trabajo, busca resaltar la importancia de lo íntimo y mostrar cómo estas vivencias privadas son parte de una experiencia compartida.

'Los tejidos son para mí un medio a través del cual se puede materializar una experiencia sensorial, no solo buscando el confort físico, sino también promoviendo una conexión más agradable con el entorno. Mi trabajo plantea la posibilidad de crear ambientes que no solo protejan, sino que además ofrezcan bienestar, invitando a reconsiderar el diseño de los espacios como algo más que funcional, como algo que abrace y cuide al cuerpo y la mente. En este sentido, mi obra busca reimaginar los espacios y objetos cotidianos, transformándolos en elementos que nos sugieran la pausa.'

Francisca Rubio Wenk centra su práctica artística en el bordado tradicional, explorando sus connotaciones históricas y desafiando las percepciones de esta técnica como un 'arte menor' relegado al ámbito femenino. La artista utiliza el bordado como un medio para contar historias no contadas.

La investigación de Francisca Wenk se divide en varias líneas temáticas; por un lado, explora el concepto del hogar como un espacio aparentemente seguro, pero que puede ser el escenario de relaciones dañinas, como las dinámicas entre madre e hija y la herencia de traumas generacionales femeninos. Por otro lado la investigación artística a través de la observación, percepción y recopilación de ideas, buscando entrelazar lo visible y lo íntimo, lo cotidiano y lo trascendente, mediante un lenguaje artístico que fusiona la repetición con la narrativa y lo simbólico.

El concepto de un hogar que tendría que ser reconfortante, pero en el que las ma-dres se asfixian en una red de mentiras, ansiedades, temores, enfados reprimidos, constantes quehaceres caseros, y un constante bucle sofocante y monótono del mismo día; ¿qué significa esto entonces para la hija y para la madre? La madre se posiciona como víctima de su propia casa, y de haber seguido los ideales tradicionales que significa ser mujer, pero también como una cruel atacan-te que consigue asfixiar a sus propias hijas; la casa no es solo el monstruo para la madre, lo es también para ellas.