El cine, además de un medio de comunicación, artístico y cultural, es una ventana al pasado. Una máquina del tiempo que nos permite observar en primera persona realidades de hace décadas. Sin embargo, buena parte de la historia filmada se ha perdido para siempre. Como parte especial de su 40 aniversario, Filmoteca Canaria dedica su nuevo ciclo, ‘Cámara, acción, olvido, a la preservación fílmica, fundamental para luchar contra esa pérdida de cultura y poder seguir conservando obras de hace más de 100 años. La primera proyección, el documental ‘Cine, registro vivo de nuestra memoria’, será el próximo martes 2 en el Teatro Guiniguada en Gran Canaria y el jueves 16 en el Espacio La Granja de Santa Cruz de Tenerife, ambas a las 19:00.
Hoy en día, gracias al formato digital, el patrimonio audiovisual parece a buen recaudo. No obstante, el celuloide sí es vulnerable al paso del tiempo y corre el riesgo de deteriorarse e incluso desaparecer. Para evitar que esto ocurra con décadas de cultura, la preservación y restauración fílmica son procesos de máxima importancia. La restauración permite traer a la vida obras perdidas en el tiempo, devoradas por los años, o recuperar historias que se pensaban olvidadas. Una de las labores principales de la Filmoteca es hacer valer este proceso y salvaguardar el patrimonio audiovisual para que no se pierda en las generaciones futuras, por lo que este ciclo pone el foco no solo en un proceso fundamental, sino en uno de los ejes clave de su trabajo.
Ahí radica gran parte del encanto de ‘Cámara, acción, olvido. El cine, memoria viva’, que está compuesto en su mayoría por películas que han sido restauradas a través de diferentes procesos y técnicas para salvarlas del olvido y que ofrecen diversas visiones de realidades, culturas y sociedades del pasado. El ciclo contará con cinco proyecciones en total y se extenderá durante los meses de abril y mayo.
Dada la naturaleza de la propuesta, no hay mejor forma que abrir la programación que con ‘Cine, registro vivo de nuestra memoria’, documental de 2021 dirigido por Inés Toharia Terán. La obra profundiza, a través de testimonios de profesionales de la industria, en el proceso de restauración y profundiza en sus implicaciones artísticas y culturales. Así, archivistas audiovisuales, técnicos y cineastas de todo tipo ofrecen una muestra exhaustiva de la importancia de la preservación fílmica. Además de su paso por diversos festivales, destaca su Premio al Mejor Documental en el 40º Festival de Cine de Cambridge. En suma, un primer acercamiento que ayudará a comprender y poner en valor el resto de obras ofrecidas dentro del ciclo.
Además de este documental, que se proyectará la semana que viene, el ciclo incluye las proyecciones de ‘Las ruinas de un imperio’ (1929), de Fridrikh Ermler, la historia de un ciudadano soviético con amnesia que redescubre su patria 10 años después de la Revolución Rusa; ‘Bushman’ (1971), de David Schickele, que expone la sociedad de los Estados Unidos de los 60, época plagada de revoluciones sociales y culturales, a través de los ojos de un joven nigeriano; ‘La carpa de circo’ (1978), de Aravindan Govindan, que muestra cómo un pequeño pueblo indio reacciona a su primer contacto con el circo; y ‘Quizás mañana’ (1980), de Judit Elek, la historia de un romance prohibido ahogado por las exigencias sociales y las familias de los dos amantes.
Las entradas están disponibles en las webs oficiales de ambos teatros y, los días de proyección, en el Teatro Guiniguada, en Gran Canaria; y en el Espacio La Granja, en Tenerife, al precio de 2 euros. Al igual que en el resto de la programación de ambos escenarios gestionados por el Gobierno de Canarias a través del Instituto Canario de Desarrollo Cultural (ICDC), existen descuentos para diferentes colectivos.
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