Es uno de los grandes nombres del rock en castellano, tanto en su faceta como cantante de Los Enemigos como en su carrera en solitario. Josele Santiago es una de las pocas estrellas del firmamento underground que pueblan el rock nacional.

Admirado y vilipendiado, poeta maldito, dipsómano y adicto. Su historia está plagada de errores y de problemas, sus canciones también.

El artista estará dentro de la programación que ofrece el Festival de las Capacidades, CAP Fest, que se celebra los primeros días de diciembre en Arona. Y estará presentando las canciones de su más reciente trabajo, ‘Transilvania’ editado este mismo año.

Desde aquel brillantísimo ‘Las golondrinas etcétera’ de 2004 que pudimos disfrutar en vivo en Santa Cruz de Tenerife, Santiago ha firmado cuatro discos más en solitario, ‘Garabatos’ (2006), ‘Loco encontrao’ (2008), ‘Lecciones de vértigo’ (2011) y este último, ‘Transilvania’, tras el esfuerzo además de editar tres álbumes, ‘Desde el jergón’, ‘Hasta el lunes’ y ‘Vida inteligente’ junto a Los Enemigos.

Este quinto trabajo de Josele Santiago encierra el propio misterio de la simplicidad. La sencillez del roquero transformado en maestro, casi en profeta de la cotidianidad, enfrentando con los años una historia de talentos al filo del precipicio, siempre a punto de estar desaprovechados.

Quizá con rabia, con odio y de forma visceral, Josele escupe unas letras que no tienen otra forma de salir de su ingenio. Atravesadas por la gravedad de su condición de despertador del sentido común. Melodías para oyentes sin excusas, canciones para meditar.

En este nuevo disco, también están Xarim Aresté, Ricard Sohn, Miguel Sospedra y Ermengol Bayol, quienes como banda de apoyo dan refugio y arropan a unos temas que se sienten enormes, casi inabarcables y que quedan coqueta y solventemente encorsetados en este trabajo.