Trece Motos, trece canciones. Es como una especie de juego, contaba Silver mientras explicaba por encima los pormenores de este cd cuyos títulos parecen ya no solo desordenados sino barajados a conciencia y sin numerar. Entretenerse buscando qué canción estás escuchando en cada momento es la única dificultad que se le puede achacar a este 'Social', primer disco de 13 Motos. El resto fluye como el aceite sobre el óxido.
Una colección de canciones que lejos de ser divertida se torna radiante y sesuda en cada escucha. El disco grabado esta primavera de 2013 en Arafo por David Correa es una de las grandes sorpresas del año. Entre el punk salvaje y el pop rock alternativo se suceden canciones como 'Soy capaz' que arranca el disco con cierta dosis de violencia y combativismo, pero de forma inocente ya que es en el siguiente tema 'Yo soy Punk' donde la banda deja claras sus intenciones "Tu eres hippie yo soy punk, no tenemos nada de que hablar". Punk destructivo y urbano que continúa en 'Ahora no pares' donde bajan un poco las revoluciones hacia un rock más pesado para encarar con valentía los siguientes temas.
La sobradísima y divertida 'Moto Chopper' que la banda lleva tocando desde sus inicios da entrada a una segunda parte del disco más llevadera. 'Aló bey' es todo un himno pop, positivo, tierno, comercial y pegadizo. 'Errantes' sigue la misma línea, más oscura pero igual de interesante. Cuando llega 'Saltar sin red' ya todo nos da igual, sabemos que lo que venga a partir de aquí va a ser bueno, por eso 'Saco Roto' vuelve al punk metalero y grunge casi sin que nos demos cuenta "El veneno empieza a (hacer) efecto". La estrategia continúa con otro de los grandes temas de 13 Motos, 'Bajo el fuego' un inteligente medio tiempo tan sencillo como arriesgado que es además uno de los mejores temas del disco. La cadencia elegante de 'Andando a solas' contrasta con la brutal 'Ser Libre' que arroja frases lapidarias como "Una vida que dura una pila", un tema de rock trepidante que da paso a 'El Antro', más ramoniana y perfecta para acabar el disco.
Nada suena a nuevo, es rock and roll de toda la vida, con energía punk, algunas armonías pop y una descarada actitud desafiante, que llega incluso a tener cierta carga 'Social' pero sin pasarse. El sonido nos recuerda a unos Pixies pasados por la batidora de unos Dead Kennedys que acaban de escuchar un disco de Ataud Vacante. Las comparaciones son lógicas e inevitables, pero hay otro nivel, una nueva frescura e intencionalidad. Canciones maduras y elaboradas, pero al fin y al cabo canciones, algo que la escena canaria lleva tiempo pidiendo a gritos y que 13 Motos sabe como fabricar.