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Canciones Obsoletas Malaspecto

¡Qué poca vergüenza! Canciones Obsoletas de Malaspecto

Si no conocen a Malaspecto, habría que contar unas pocas cosas sobre este dúo que en su momento, y gracias a una forma bastante llamativa de entender el pop, llegaron a marcar un antes y un después en la música hecha en las islas.

A pesar de su ridículo malaspecto, pero perfectamente a tono con la filosofía del proyecto, en una estudiada actitud de maruja fatal y con una clara intención de armarla sobre cualquier escenario, Malaspecto consiguieron una buena legión de seguidores a principios de este milenio.

Divertidas letras en las que estos dos chicos juegan a ser personas normales que narran de manera surrealista y con cierto aire fantástico los peligros de una cotodianedad algo desequilibrada. Todo esto sobre una graciosa y minimalista base rítmica, con la que a golpe de casiotone recrean pequeñas canciones que tanto por su forma como por su contenido nos recuerdan a tonadillas punk, aptas para bailar pogo, mover la cabeza hasta descoyuntarnos, y llorar, ya sea de risa o de vergüenza, o por las dos cosas.

El Hombre Bala Records reeditó en cd allá por 2013 la demo que Malaspecto, en forma de cassette y bajo el paraguas de Ruin Records editaban originalmente en el año 2002. Ahora, El Hombre Bala, se atreve con otra buena parte de la producción de este inolvidable dúo de humor electrónico.

No sabemos si ¡Qué poca vergüenza! es una voz que la banda canaria escucha a menudo durante sus conciertos. Lo cierto es que sí, que hay que tener muy poca vergüenza para soltar seriamente y sin ningún tipo de complejo, algunas perlas como “Soy una mala influencia para mi mismo, nunca debí haberme conocido”, “yo bebía productos de limpieza”, “quiero ser efervescente y teñir de rojo tu piscina, burbujear hasta la muerte”, “Escóndete, erizo moruno”, “Crecimiento asimétrico de mis patillas”, “Yo voté a Izquierda Unida, yo lucho por las causas perdidas, soy heterosexual no practicante, soy ateo porque el Papa es feo”, “Qué bonito es el amor, supongo”, “mata a tu vecino porque es un cretino”, “Quiero ser un chico ideal y no sé qué pasa, toda la gente me toma a guasa”, “me irrita tu cara, me irrita tu voz, me irrita tu conversación”, “lo sentimos no tiene saldo suficiente para realizar esta llamada, confórmese con hablar solo o imagine que conversa con alguien”, “cuando te griten por la calle pleonasmo, no es que produzcas un orgasmo”, “soy irremediablemente cursi, por tí”, “llegaré tarde al colegio, llegaré tarde al ballet y al tormento de la flauta ya no se si llegaré”... y no pocas otras expresiones y coplillas que intentaremos no tomarnos en serio porque, de eso se trata, ¿no?

El dúo formado por Raúl Sánchez y Óscar Saturno Hernández, quienes añaden a Maríaelena (la fregona) como miembro de la banda, - suponemos que para dividir las responsabilidades -, grabó entre 2002 y 2005 esta colección de canciones que son un bálsamo para la decepción, un trabajo de nada menos que 22 cortes cuya duración oscila entre los 27 segundos y los dos minutos y poco.

Canciones grabadas en Barcelona, Arrecife, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife y que guardan toda la actitud de sus delirantes directos.

Editado por El Hombre Bala, 2017