La primera vez que escuché rock estaba en mi cuarto únicamente con mis auriculares y con la lista de reproducción más conocida del momento. Cerré los ojos y me teletransporté a otro lugar, al mismo momento que viven todos los componentes de la banda y mis sentidos se trasladaron a lugares inhóspitos. 
Algo así sentí con estas tres bandas invitadas en Malpaís Festival en el Aguere Espacio Cultural. Al primer grupo, Conjunto Podenco, todos los espectadores lo ovacionan. Entre gritos y aplausos te esperas un gran espectáculo. Junto a Fajardo, su vocalista, disfrutas, te emocionas, e incluso  te ríes con su humor entre canción y canción. Este grupo me recuerda en algunos aspectos a Jefferson Airplane gracias al alargamiento de las vocales mientras cantan.

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En segundo lugar tenemos un grupo que no nos dejará indiferentes, Trituradora. Con el que te conciencias del sistema en el que vivimos. La crítica social como trama argumental hace que cale más en el pensamiento de las personas que lo ven. Parecían bastantes personas con sus tonos graves y únicamente eran dos. Sin duda es un grupo con influencias de punk y psicodelia. Gracias a su libertad de expresión nos vimos reflejados en sus letras y en sus armonías, casi culminando la velada perfecta.

Finalmente pisaron el escenario Causus. En su línea de rock psicodélico también interpretaron canciones que se pueden considerar rock duro. En sus sonidos sludge la banda nos recuerda a Alice In Chains con sus ritmos lentos. Pero que no te confundan, Causus es un grupo que da mucha caña. Como mismo pueden empezar sus composiciones lo más lentas posibles pueden hacer bailar al público con su rock más duro.

Como una semilla que germina en tu ser, estos grupos intentan nacer dentro de ti. Calan tu esencia hasta hacerla suya. Desde la punta de las yemas de tus dedos hasta el último ápice de tu pelo emerge la música que transmiten estos rockeros. La calidad musical, la humildad de los componentes de las bandas y el público entregado fueron los ingredientes definitivos para este festival que, sin duda, repetiría mil veces más. 

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