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Birkins - Aquí hay dragones

'Aquí hay dragones' de Birkins

Birkins ha prescindido del ‘The’ de su nombre y adopta el castellano como lengua oficial en este ‘Aquí hay dragones’, aunque continúa incluyendo el francés en algunos de sus temas. 

Quizá pueda parecer que estas dos noticias sean lo más destacable de este disco, pero no es así. Lo cierto es que Birkins han facturado uno de los grandes trabajos del año y esa debería de ser la noticia. La banda grancanaria, nuevamente para la escudería El Genio Equivocado y bajo la producción del ínclito Paco Loco ha editado uno de esos discos que quedarán para la posteridad en nuestra memoria. Un disco que nos recuerda a lo mejor de Suede, de Pulp, o de Stereolab, todo muy 90’s, pero con la obligatoria deferencia que hay que mostrar ante el indie contemporáneo. 

‘Aquí hay Dragones’ ofrece todo lo que pueda dar un buen trabajo de pop; letras inteligentes y afiladas como navajas de afeitar, con temáticas suculentas, estrofas sugerentes y estribillos de ensueño. Arreglos al más puro estilo brit a los que no les falta ese aire naïf de chanson francaise que los chicos de Birkins siempre han cultivado con esmero. Teclados y guitarras oscuras, reconfortantes colchones de cuerdas, psicodelia, rock y hasta cierto aire bailable en este ‘Aquí hay dragones’ que parece estar estudiado al milímetro. 

El disco se abre con la épica ‘Chantal (o cómo dar de lado a una canción)’. Una genialidad de tema que describe a la perfección lo que vamos a escuchar en ‘Aquí hay dragones’. Actitud, drama. Perfecta para abrir un trabajo mayúsculo en el que incluyen referencias culturales, artísticas y literarias para delirio de quienes disfrutamos con la intelectualidad en el pop. 

‘Fundido a negro’ es toda una orgía de pop que no pierde fuerza y que ofrece armonías esperanzadoras y líneas melódicas de una melancolía considerable. 

Con ‘La cure’, Birkins nos recuerdan que el francés sigue siendo uno de sus fuertes. Un poco más oscura pero igual de intensa, esta canción de evidente sencillez ofrece sin embargo una curradísima atmósfera que en combinación con la melodía nos sumerge en una cómoda penumbra de la que no queremos salir nunca. 

‘Hipsteria’ es otro de los temas trascendentales de este trabajo. Una buena letra, una base rítmica hipnótica, unos deslumbrantes arreglos, guitarras trémulas, y un gran estribillo para tiempos tan modernos como los que vivimos. Sucio y caliente. 

Birkins también recuperan el inglés en el magnífico estribillo de ‘Our Bad News’, tema cantado en francés, en el que se hacen evidentes muchas de las influencias de la banda, aunque dotándolas con la personalidad adecuada para la ocasión. 

Un tema tan sugerente como ‘La noria esquiva’ es imprescindible en un disco como este. Actitud de música de baile indie, estribillo poderoso y emocional. 

‘Esquinas de juventud’ es el himno de este ‘Aquí hay dragones’ de guitarras y sintetizadores, de saltos y gritos, de nostalgia. Quizá el más cañero, positivo y desenfadado de todo su repertorio. 

Con ‘Shhh’, también en francés, Birkins retoman el pulso a la tragedia romántica, en una intensa pista de una oscuridad y epicidad memorable, donde proponen además un fascinante y narcótico viaje por los recovecos de su propio sonido. 

‘Semiótica del silencio’ muestra una cara más electrónica de Birkins, y también algo gamberra, en un alarde de new wave visceral, pero a su vez contenido. 

El disco lo cierra ‘El viaje final de Georiana Houghton’, un tema de despedida aparentemente más convencional, pero que desemboca en un extraordinario climax de melotrones. 

Dani Birkin, Cristina Santana, Alby Ramírez y Sergio Miró, con la ayuda del propio Paco Loco, Rafa Daza, David Gonçalves, Rami Jaffee y Chris Carmichael, han creado toda una proeza de disco. Una maravilla más que recomendable, imprescindible en cualquier colección y listado de discos a tener en cuenta. 

Nueva referencia de la banda grancanaria para El Genio Equivocado