Es obvio que la voz de Adrián Lugo era uno de los factores de éxito de Esclavitud. Además de su potencia vocal, su actitud llegó también a ser legendaria al frente de la banda. Por eso no es de extrañar que una de las curiosidades, quizá más morbosas, por parte de quienes seguimos al combo lagunero, era saber cómo responde el resto del grupo, y más aún, cómo funciona con una voz radicalmente diferente como lo es la de Marc Quee.
Este cambio, más que significativo, conduce a Esclavitud a encarar su nuevo disco, ‘Return to Edén’ por dos vías complementarias. Una de ellas, quizá la más evidente, es acoger el inglés como lengua oficial del grupo y asumir que este trabajo va a sonar a banda extranjera, con todo lo que ello, incluyendo la responsabilidad, supone. La otra vía es la adaptación de la banda a un nuevo cantante y viceversa. El reto está servido.
Sus pareceres los conocemos en esta entrevista que publicó Lagenda. Pero ¿Cómo suena este nuevo disco? Pues fabuloso, no creo que los fans esperáramos menos. En todo caso nos habrá sorprendido la madurez con la que Esclavitud ha afrontado esta nueva situación.
La producción es exquisita, muy acorde con el cambio. Esclavitud suena mucho mejor. La parte instrumental de la banda se ve reforzada, se escucha más unida y se siente más poderosa. La voz de Marc es sensacional y aunque su timbre nos recuerde a clásicas voces del pasado, todas grandes influencias, ‘Return to Eden’ camina sin embargo hacia el presente, en la dirección que Esclavitud ha elegido para mostrar estas canciones.
Nueve temas, gloriosamente largos e inagotablemente entretenidos. El más corto, ’No More Lies’, es una epopeya de más de cuatro minutos y medio cargada de rabia, de tensión, y que define a la perfección la metamorfosis de la banda. El resto de los temas pasan con creces de los seis minutos y pico, y muestran con orgullo las muchas caras que Esclavitud ofrece a sus consolidados seguidores y además a millones de potenciales futuros fans del grupo.
‘How I Wish’ fue el tema elegido como single para un videoclip de lo más apasionante. No me extraña, porque con una actitud arrolladora y un estribillo que no dejamos de corear es seguramente la canción más redonda del disco, compitiendo de cerca con ‘Yes or no’. Este tema aparentemente más abierto y cercano deja entrever además la complejidad del trabajo de adaptación de estos nuevos Esclavitud.
Abre este disco ’This time’, un tema con intro ligera que nos retrotrae a las antiguas joyas del rock británico y que de forma progresiva se convierte en un épico himno de la actualidad. Un recurso que el grupo también usa en ‘To say goodbye’, donde además los chicos se curran un inquietante y original desarrollo gracias a valientes y delicados arreglos. La estupenda y potente 'Brand New Day' sirve de ejemplo para confirmar que la banda sigue guardando las formas con toda confianza.
Tempos juguetones y casi divertidos en ‘Die for me’. Un tema que conquista cuanto más lo escuchas. Una composición tan desenfadada como sensata en la que las buenos ideas no se hacen de rogar. En el tema de cierre titulado como el propio disco, ‘Return to Edén’ también afloran las estructuras inteligentes. Grandes y diversos conceptos para afrontar el tema más largo de este trabajo.
Listos y prudentes son también los chicos de Esclavitud en el resto de este disco. Seriedad máxima para ‘War to end of all wars’. También con épica de himno metalero y contado en un lenguaje más clásico, esta canción descubre otras perspectivas de la banda que sin arriesgar en exceso sigue manteniendo un pulso firme a su propio estilo.