Nos gustó el primero y esperábamos más del segundo. Objetivo cumplido. Dab Maia y Manatí no solo han conseguido despegarse de sus colaboradores sino que se han tirado de cabeza a lo que les gustaba. Sin influencias externas que les marcaran qué está o no está de moda, con actitud (algo que no se notaba en su anterior ‘Black Blind’).
Una experiencia sonora mucho más electrónica, quizá más violenta, pero mil veces más acertada. Temas para bailar, temas contemplativos, y muy poco les queda de la vena chill, pero siempre marcados por el exotismo que llega en forma de inspiración árabe y oriental. Breakbeat y oldschool, groove, world music y emoción en cada uno de los 9 temas, y una remezcla, en este ‘No Fashion’, al que una vez más le voy a dar al triangulito del play. Y tú, si quieres saber lo que es bueno, deberías hacer lo mismo.