Los años sesenta fueron una época convulsa en los Estados Unidos. Una década repleta de revoluciones sociales y cargada de profundos estigmas como el racismo. En esto, precisamente, se centra ‘Bushman’, película de David Schickele que protagoniza la tercera sesión del ciclo ‘Cámara, acción, olvido’ y que cuenta con una cruda historia detrás que acabó afectando a la producción y el tono de la película. Filmoteca Canaria la proyecta el martes 16 y el jueves 18 en el Teatro Guiniguada y el Espacio La Granja respectivamente, ambas sesiones a las 19.00.
‘Bushman’, que podría traducirse como “bosquimano” (hombre del bosque o que vive entre arbustos), narra la historia de Gabriel, un joven nigeriano que viaja a Estados Unidos. En ese viaje de descubrimiento se dibuja una sociedad en pleno cambio y en el apogeo de los tumultuosos años sesenta. Sin embargo, lo que encumbra y diferencia a la película es que este relato, que contaba con un tono cálido, pasional y satírico, se ve cortado a mitad de la cinta, que pasa a ser un documental.
La película, según cuenta el propio Schickele, convertido en narrador de la obra, debía de terminar con la acusación de un falso crimen y con la deportación de Gabriel. El giro narrativo se debe a que, paradójicamente, el actor protagonista, Paul Eyam Nzie Okpokam, fue acusado falsamente de terrorismo, encarcelado y, poco después, deportado a Nigeria. Este suceso, relativamente mediático en la época y que mantuvo el rodaje paralizado durante más de un año, convirtió a ‘Bushman’ en una magistral mezcla de realidad y ficción y en una clarísima muestra, más palpable y real que nunca, del racismo que arrastraba Estados Unidos.
Este brusco cambio, según ha expuesto parte de la crítica, le ha dado a la película una “fuerza adicional” y la resume exponiendo que es “la historia llena de vida de un sabio inocente en el extranjero”. Tal fue el calado de ‘Bushman’ que, para evitar que se deteriorara o incluso desapareciera, fue restaurada en 4K en 2022. Se encuadra, así, dentro del ciclo ‘Cámara, acción, olvido’, que pone el foco en la restauración y preservación fílmica como instrumento fundamental para salvaguardar la cultura cinematográfica.
Para destacar esta importancia, este ciclo propone una programación compuesta por películas restauradas que bien podrían haber desaparecido sin el proceso de restauración. Además de ‘Bushman’, está compuesto por otras cuatro proyecciones. Más allá del documental ‘Cine, registro vivo de nuestra memoria’ con el que arrancó la iniciativa o la casi centenaria ‘Las ruinas de un imperio’, continuará con las proyecciones de ‘La carpa de circo’ (1978), de Aravindan Govindan, que muestra cómo un pequeño pueblo indio reacciona a su primer contacto con el circo, y concluirá con ‘Quizás mañana’ (1980), de Judit Elek, la historia de un romance prohibido ahogado por las exigencias sociales y las familias de los dos amantes.
Las entradas están disponibles en este enlace y, los días de proyección, en el Teatro Guiniguada, en Gran Canaria; y en el Espacio La Granja, en Tenerife, al precio de 2 euros. Al igual que en el resto de la programación de ambos escenarios gestionados por el Gobierno de Canarias a través del Instituto Canario de Desarrollo Cultural (ICDC), existen descuentos para diferentes colectivos.
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