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El Auditorio Capitol de Tacoronte, revestido para la ocasión con un escenario sencillo pero esmeradamente cuidado y elegante, responsabilidad de Clemente García, acogía el pasado lunes 14 de noviembre la Gala de entrega de los primeros Premios Réplica de las Artes Escénica de Canarias 2009.

La ceremonia se iniciaba con una batucada, a cargo del grupo Marakatú, que llenó de ritmo, luminosidad y movimiento el recinto y que fue despedido con una gran ovación por los asistentes que ocupaban casi tres cuartas parte del aforo. El acto de entrega de los Premios fue conducido por Yaneli Hernández, que se congratuló por la organización de esta primera gala que venía a reconocer el trabajo realizado en el mundo de las artes escénicas en el Archipiélago.

A continuación se procedió a la lectura de un manifiesto a cargo del actor Juancho Aguiar, que en representación de Réplica hizo un llamamiento a las instituciones públicas a dar un nuevo impulso que reinicie el camino hacia la sostenibilidad del tejido empresarial canario, asegurando la necesaria circulación de los productos culturales y el mantenimiento de los puestos que, directa o indirectamente, dependen de este sector.

La gala, dirigida por Juan Reyes, resultó un espectáculo realmente brillante, con un ritmo medido y envolvente, con toques ciertamente novedosos y originales y con una fuerte carga imaginativa y creativa que se vio, además, reforzada por el gran nivel y buen hacer mostrado por los distintos grupos que participaron en ella y donde se vieron diversos momentos de gran intensidad y emoción. Aunque también es verdad que hubo pequeños lapsos quebrados y desajustados que correspondieron con la subida al escenario de los cargos públicos para la entrega de determinados premios. De todos modos, resultó una gala donde se respiró la profesionalidad, la capacidad y el talento existente en las Artes Escénicas en Canarias.

El Mundo del Circo –a través del dúo CircoDedos con un impresionante desafío a las leyes gravitatorias, dibujaba piruetas y figuras geométricas de gran plasticidad con simples y frágiles cintas textiles- fue el encargado de entregar el Premio al Mejor Vestuario que recayó en la recién fallecida Pilar Quiñones por “El perro del hortelano”. Éste fue un premio para un ángel, que recibió un emocionante aplauso que llegó hasta el cielo.

La Danza –con Ballets de Tenerife, imprimió en el recinto armonía y convirtió el movimiento en belleza y el equilibrio y las formas en honda espiritualidad- fue la responsable de conceder el Premio a la Mejor Iluminación que recayó en Rafael Morán por “El cerco de Leningrado”.

Los Títeres –con Juan Luis Moreno y Leandro Ojeda, oxigenaron la sala de inocencia infantil pero con un tono sutil de crítica en clave de humor fino, elegante e inteligente, que arrancó los aplausos del público- fueron los encargados de entregar el Premio a la Mejor Escenografía que fue para Julio Nieto y José Soriano por “Garoé”.

El Premio a la Mejor Coreografía fue entregado por la Consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Luz Caballero, a Charo Febles por “Impresiones”. Mientras que el Premio a la Mejor Autoría teatral recayó en Antonio Tabares por “La Konkista de Canarias” y fue entregado por Cristóbal de la Rosa, Coordinador General de Cultura del Cabildo de Tenerife.

Un guiño de interacción fue la elección entre el público de dos personas que fueron las que tomaron la responsabilidad de presentar a los nominados y entregar el Premio al Mejor Interprete masculino y femenino que recayó, respectivamente, en Carlos de León García por “Los Mares habitados” y en Blanca Rodríguez por “El cerco de Leningrado”.

El Teatro, con un fragmento de Juan Tenorio de Zorrilla a cargo de Troysteatro, concedía el Premio Mejor Dirección a Severiano García por “La Konkista de Canarias” que tuvo un especial recuerdo para Haidar a la que le deseó un pronto regreso al Sahara, a su casa, que arrancó un emotivo y solidario respaldo de todos asistentes.

El Flamenco hizo acto de presencia, sonó la guitarra y la bailarina, Ana Beatriz Alonso, y su zapateado llenó el ambiente de pasión y energía, sus giros, sus figuras y movimientos se desvanecieron misteriosa y armónicamente en un velo de oscuridad, arrancando otra de las grandes ovaciones de la noche, como antesala a uno de los momentos más emotivos con la entrega del Premio de Honor a toda una trayectoria y significación en el mundo del teatro en Canarias: Pilar Rey y Antonio Abdo.

Y con Teatrofia, que escenificó un sugestivo, particular y gratificante baile bajo la lluvia de tres juguetonas margaritas que arrancaron la sonrisa del público, se concedió el Premio al Mejor Espectáculo de la mano del Viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias, Alberto Delgado, y que fue a parar a “Los mares habitados” de 2RC Teatro, Compañía de Repertorio, que además obtenía el pase para representar a Canarias en la nueva edición de los premios nacionales de teatro Max.

De esta manera concluía la ceremonia de entrega de los primeros Premios Réplica de las Artes Escénicas de Canarias. Deseamos que esta iniciativa tenga una larga vida y que recorra en cada convocatoria un nuevo escenario de este Archipiélago para estimular, impulsar y fomentar a todos los creadores de las Artes Escénicas en Canarias, que en muchas ocasiones ven truncado su aprendizaje, evolución y profesionalidad por la simple falta de medios y recursos y, en otras ocasiones, por la ausencia de valoración y reconocimiento de sus trabajos. Así pues, larga vida también a Réplica y a su organización que demostró talento, capacidad y solvencia. Felicidades.

José Manuel Castellano Gil