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Crónica del concierto de Tontxu

Empieza la noche en el Búho con un telonero de excepción para el concierto de Tontxu, Agus Llamazares presentando su EP 'Prisa'; si bien comenzó con unos temas tranquilos acompañado de su armónica mientras el público selecto de esa noche empezaba a entrar en calor, Agus se ponía un más rockero y blusero, versionando incluso el 'Desátame' de Mónica Naranjo que terminó por calentar los cuerpos que la brisa lagunera había enfriado antes de entrar al local. Continuó en esa línea más movida, mezclando blues y rock and roll, pasando por una buena versión, a medias en español e inglés, de 'Stand By Me', para finalizar con otra versión de 'I Will Survive' antes de dar paso a Tonxtu con el que incluso se marcó un tema a medias que sirvió de entrada a este último a la tarima del Búho Club con todo el personal entregado.

En el local se apreciaba una media de edad más cerca de los cuarenta que de los veinte, gente que se notaba que se había acercado a recuperar viejos tiempos y viejos sueños con el Tontxu de siempre, el que allá por los finales de los noventa enganchó con sus letras intimistas y la naturalidad y cercanía de sus canciones. Lo primero que dijo nada más sentarse fue que lo que tenía eran ganas de cantar, ganas de volver a tocar con las ganas de siempre, sin más, dejando de lado difíciles épocas pasadas que hicieron que muchos de sus fans le perdieran la pista; y eso es lo que hizo esa noche, recuperar amistades.

Iniciando el concierto con temas como 'Chueca' y 'Corazón de mudanza', y el público coreando ya todos los temas, entregado desde el inicio; incluso los corazones más solitarios como el de un servidor se mudaron esa noche a La Laguna. Contando anécdotas entre tema y tema, afable y cercano a pesar de la distancia que nos separaba del palco del Búho, siguió poco a poco desgranando emociones y desempolvando recuerdos al son de 'Con un canto en los dientes', 'Treinta y tantos' y 'Marinero Madrileño', con su guitarra llorando a ratos por los cambios de temperatura de esta isla de contrastes, lo que nos va llevando al final de su periplo lagunero con 'Vuelvo'. Los allí presentes nos sentíamos cada vez más arropados por esa voz aterciopelada, al mismo tiempo que en el ambiente se notaba la complicidad de todos, llevados casi al súmmum de la noche tras cantar 'Margot', que enlaza con un pequeño análisis de la situación de crisis actual que a todos nos afecta de una manera u otra y continúa punteando las notas de 'Erdian (en el medio)', cantada ya a coro por todo el público, mitad en español y mitad en euskera, y que daba por “casi” finalizado el concierto. Tras una breve desaparición llegó el bis con uno de sus temas más conocidos, 'Risk'. Y para finalizar, la perla que faltaba para redondear una noche mágica de sentimientos y añoranzas: 'Volvería a tropezar con esa piedra'.

Al final nos quedó un poco el disgusto de que no hubiera más y haber seguido toda la noche cantando, pero la cercanía del cantante permitió a los que nos animamos a subir al palco del Búho a saludarlo que tuviéramos la suerte de poder conversar un rato a solas con él, hablar un poco de los viejos tiempos, de las historias pasadas e incluso poder llevarnos a casa un ejemplar de su último proyecto 'Solo', una preciosa caja, o más bien diría cofre del tesoro, con dos CD y un DVD, así como un montón de postales con fotos y las letras de las canciones, que conforma el último trabajo autoproducido del cantante vasco y del que sólo se hicieron 600 unidades. El poder hacerme con una copia autografiada y dedicada por el autor para una buena amiga que pasa por momentos difíciles, no fue más que la guinda final a una noche especial que los amigos de Lagenda de Tenerife pusieron en mis manos de forma altruista con gran sorpresa para mí, y a los que por ello quedo eternamente agradecido.

Crónica del concierto de Tontxu, 5 de julio por José Carlos Pérez.