Bibiana Monje, poliédrica e inclasificable, aúna en las artes escénicas todas sus facetas artísticas, que no son pocas, rompiendo los límites tradicionales del teatro. Sin ningún problema a la hora de expresar lo que piensa, este jueves la tendremos en el Festival Diverse del Puerto de La Cruz con la ponencia ‘Encuentro ‘(Des)generado’.

Pero eso no es todo, tras el éxito cosechado en solitario con 'Lacura', la actriz se atreve a romper de nuevo los moldes de nuestra percepción del mundo con 'Pogüerful', este viernes en la Sala Teatro Timanfaya de la ciudad portuense. Bibiana nos visitó en la redacción de Lagenda para charlar sobre sus proyectos y su visión de la vida.

Yo les diría que se vengan abiertos a una experiencia no racionalista, es decir, no es para que el intelecto lo entienda, sino para ir más allá del intelecto, pues pienso que tal como este último está construido no  sirve para lo que queremos, que es estar de puta madre en esta vida. La obra va a ser casi como una serie de ciencia ficción en cuanto a simbolismo, algo onírico, como si fuera un sueño donde el lenguaje muta. Todo lo que yo hago, para mí es meta teatro, utilizo todo lo que me pasa en la escena para elaborar la narrativa en la que yo soy la propia autora, la organizadora, el personaje dentro de la obra.

Exacto, era un salto al vacío. Yo quiero dirigir una película, no tengo ni una cámara y ni idea de cómo hacerla pero quiero hacerla y hay ese vacío enorme de ¡No tengo nada! y aunque después va por otros derroteros ese es el leit motiv.

La película está acabada desde el año pasado, producida por mí misma a través de mi productora Impulso Producciones y Volcano Films. Yo presenté una primera versión de la película a Chano, de Volcano Films, le pareció que había algo ahí y terminamos juntos la posproducción. Llevamos medio año ya con estrategia de distribución. Ahora este año se presentó en el Festival de Málaga, en un pequeño pase privado para las distribuidoras y ahora estamos esperando para ver cuál es la estrategia a seguir para moverla por los festivales. Con un distribuidor en la mesa se está esperando por un plan estratégico del mercado.

'Lacura' tiene que ver con la educación desde el punto de vista de la programación mental. Utilizo mi anécdota personal de vida para hablar de lo que yo pienso que nos pasa a todos, que tiene que ver con la enfermedad de la familia, de la educación y de la desconfianza. Para mí, el final de 'Lacura' acaba con la ‘desprogramación’ de todo esto.

Es la pregunta dentro de la obra: ¿Qué traemos nosotros cuando venimos a este mundo? ¿Qué hay aquí cuando nosotros llegamos? ¿Cúal es la información de nos llega constantemente? ¿Cuáles son los acuerdos tácitos que hay dentro? Todo lo que hay debajo. La enfermedad de la familia viene cuando hay una especie de lealtad que nadie sabe que está, pero que te impide hacer lo que quieres en esta vida.

Más que una crítica es un cuestionamiento, ya que me río de las consecuencias de lo que soy con respecto a esto. No creo que haya nada malo o bueno, yo elijo, si yo quiero esto y hay algo que me está haciendo de obstáculo, yo lo puedo denominar malo para soltarme, pero simplemente yo no lo quiero y eso tiene unas consecuencias. Para mí ser adulto, al final, y me estoy dando cuenta ahora, es que si puedo yo asumir la vida que yo quiero o sostenerlo con toda esta carga. Es lo que quiero y ese es el riesgo, el miedo que todos tenemos, ¿me arriesgo a todo lo que puede suceder? ¿Hacer lo que yo realmente quiera? Se te mueve el mundo entero, te quedas sin amigos por lo menos. Habla de eso para mí.

Seguro que cada uno de nosotros tiene una visión diferente de lo que es la familia. Yo lo he transformado en el espejo más grande de mis problemas. A veces uno cae en que en la familia encuentra la raíz de esto. Yo estoy para trascender todo esto.

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Hace 5 o 6 años que no hago nada con ellos, estuve de directora artística de Bodegas Monje en su momento, ellos han seguido con los eventos que yo en su día empecé. Wine and Sex fue una creación de mi padre y mía y ahora van de puta madre, lo han mejorado y han seguido en la línea que mi padre quiere. Pero en esa época vi claramente que trabajar con la familia es difícil. Así que lo dejé todo y me fui a Latinoamérica, dejando atrás muchas cosas que en realidad no quería porque lo que yo quiero es lo que hago ahora, el arte escénico. Lo que hago es aunar todas mis facetas en la escena. El arte escénico para mí es también música o cine por ejemplo, es decir, todo lo que conlleve un escenario.