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Lalaqué? Lalacore

Como buena aficionada a las bandas de rock, al heavy y a los conciertos en vivo me dirigí el viernes pasado al Aguere para asistir a la semifinal metalera del concurso Lalacore. Cuál no sería mi sorpresa al darme cuenta de que me había equivocado de día. Mea culpa, en el cartel lo ponía bien clarito. De todas formas me quedé para ver los semifinalistas de pop-rock, había ambientillo, estaban los humoristas de Abubukaka de presentadores y la entrada eran solo tres euros así que me animé al ver a unos colegas de mis tiempos del instituto a los que unirme. No era mi rollo, pero lo pasé bien.

Me encantaron Tripolar y su pop desafiante, quizá un poco monótono pero muy buenos. Salimos a coger aire con una cerveza para dar tiempo a los chicos de Fran Baraja que empezaron bastante reguleros pero que terminaron montando la fiesta con gente bailando y tal, pero era un rollo demasiado hippi para mi gusto, no me malinterpreten, era un rollo changa pero verbenero. Después de una cerveza en la barra vino lo mejor de la noche, Zombie Love, un grupo de Lanzarote con chica al frente que demostró una energía desorbitada, mucha fuerza y muy buenos temas. Fuimos a celebrarlo a la barra y esperamos a que empezaran los Mclane. A estos pobres les tocó capear el temporal del grupo anterior y su rollito ochentero no cuadró demasiado, aunque no sonaron mal del todo y hubo gente que les bailó el par de temas. Los tarados de Piedras in the City tomaron el escenario soltando bases medio industriales, guitarrazos y tralla experimental y psicótica de Gran Canaria. A pesar de que su arriesgada propuesta no sonó todo lo enérgica que debería, se veía que el público los seguía con atención. Tras un nuevo descanso y otra cerveza, le tocó el turno a The White Omelette, unos fieras salvajes que tocaban algo así como acid jazz funk rock, y que no pararon un segundo de hacer virguerías, eso sí, canciones, canciones no tenían ninguna. Al final ganaron estos últimos, Tripolar y Zombie Love con lo que quedé contenta con el resultado y medio dispuesta aunque bastante intoxicada para la siguiente jornada.

El sábado empezó fatal, cosas mías, resaca y poco más, pero por la noche tenía una cita con la tralla peluda en el Aguere. Yo soy más de las que se identifican con los que salieron primero, Schwarzwald, épicos, bávaros y divertidos pero, aunque tocaron muy bien, poco o nada tenían que hacer con lo que se avecinaba. Esta noche solo salí a coger aire un par de veces. La primera antes del show de Alea Jacta, una banda que las tenía todas consigo, por eso fue una de los finalistas. Un buen montón de amigos y un directo contundente y energético fueron las claves de su concierto. As Hope in Tragedy también me gustaron mucho, temas afilados y muy emocionantes, pero a pesar de sus ganas no me engancharon del todo. Chainsaws Melody fueron toda una revelación, muy jóvenes, duros y arriesgados. Cuando salí a por una cerveza comentaba con los amigos que me parecían demasiado pibitos para tanta valentía. Aguanté hasta Neomaniac, que son uno de esos grupos que dan miedo, los típicos posesos del metal que se lo pasan bomba torturando oídos ajenos. Sus Letras rabiosas y actitud desquiciada les abrieron las puertas para su pase a la final. Los siguientes también fueron finalistas, Gozerk atacaron el escenario con una decisión y una brutalidad espasmódicas. No solo eran buenos sino que además se metieron al público en el bolsillo desde el primer tema. Al igual que en la primera noche me quedé a gusto con el resultado final. Ahora solo falta que estos seis se vean las caras el día 27 en la Plaza del Cristo. Allí estaremos, pero esta vez que se lo cuente otra.

Crónica de las Semifinales de LaLaCore por Medea Tamara Ledesma Ramallo. 13 y 14 de septiembre en Espacio Cultural Aguere (La Laguna). Fotos: www.lalacore.com