Roberto García de Mesa es, tal y como expone en su blog Espacios Intermedios, poeta, creador escénico, dramaturgo, dramaturgista, performer, ensayista, narrador, artista visual y músico. Es licenciado en Derecho y en Filología Hispánica y Doctor en Filología Hispánica.
A lo largo de su trayectoria artística, se ha caracterizado por experimentar desde diversas disciplinas. Fruto de esta visión multidisciplinar, este autor cuenta con una obra literaria formada por más de una veintena de libros. Figura en varias antologías de literatura española y ha participado en varios encuentros y congresos internacionales de poesía, teatro, narrativa e investigación de literatura y arte contemporáneas.
En esta ocasión analizamos su más reciente trabajo expuesto en el Centro de Arte La Recova: El Teatro de Vanguardia de Canarias, un recorrido histórico por los inicios de esta vertiente artística en las Islas, el cual parte de la investigación de su tesis doctoral con el mismo nombre.
Primeros momentos y espacios
Cuestionarse ¿qué es el teatro? es una de las ideas con la que comienza esta exposición. Nada más acceder a La Recova, podemos ver en el mural una introducción del autor para situarnos en el tiempo, espacio y contexto social. A continuación, se expone una cronología esencial que destaca resumidamente los momentos claves de la escena teatral de vanguardia canaria, comenzado con los primeros momentos, espacios y artífices de esta explosión cultural.
Podríamos situar el punto de partida en Las Palmas de Gran Canaria, en el año 1908, pero no fue hasta 1927 que surgiría el llamado 'Teatro Mínimo', fundado por Claudio de La Torre, en la casa familiar de la Playa de Las Canteras, donde, junto a textos clásicos, se representan otros de corte innovador de autores internacionales. En las representaciones actuará su hermana, Josefina de la Torre, una de las poetisas y actrices más importantes del siglo XX. Se trataba de obras del propio Claudio, Andreiev, Bernard Shaw, Singe, Lorca o Gómez de La Serna. Era, literalmente, el arte en casa, de ahí que llevara ese título haciendo referencia a que con poco se podía hacer teatro.
Claudio de La Torre alcanzaría el culmen de este vanguardismo con 'Tic-Tac' escrita en 1925, pero que no se estrenaría hasta cinco años después. Se trata de una obra de ideas freudianas, en un contexto de trabajo industrial, en contraposición con la idea de libertad del individuo; el conflicto entre lo eterno y lo humano en una realidad social y común.
El 7 de septimbre de 1925 se funda El Círculo de las Bellas de Tenerife, con un grupo de teatro en el que mantuvieron un papel protagonista Westerdahl, Minik o Pedro Ramírez Vizcaya.
Más adelante, a partir del año 1926, Carmen Rosa Guimerá co-fundaría el grupo de vanguardia con un carácter multidisciplinar, 'Pajaritas de Papel', junto a referentes de la época como Domingo Pérez Minik, Eduardo Westerdahl, Domingo López Torres, entre muchos otros, cuyas actividades o acciones, como las definió Westerdahl, radicaron, en su mayoría, en el domicilio particular de Carmen Rosa. Se inclinarían por escenografías futuristas y antirealistas, con teatro de marionetas y con la apuesta por la maquinización del teatro.
Obras y autores destacados
José Augusto Trinidad Martínez Ruiz, más conocido por su seudónimo Azorín (Alicante, 1873 – 1967), fue un novelista español, además de ensayista, dramaturgo y crítico literario.
Azorín siempre sintió gran afición por el teatro; sin embargo, sus obras no gozaron del favor popular, algo que refleja el autor de la exposición respecto al estreno de una de sus obras, 'Old Spain', la cual viene bien destacar debido a las críticas de puristas e innovadores y al debate intenso que se generaba en la opinión pública y en los medios de por aquel entonces. El vanguardismo comenzaba a llamar la atención.
'Cándida', de Bernard Shaw, o 'Mariana Pineda', de Lorca, fueron grandes éxitos interpretados en el Teatro Guimerá, con buena afluencia de público y crítica. Sin embargo, se trataba de obras que no podían considerarse de vanguardia.
Pedro García Cabrera (La Gomera, 1905-1981) un intelectual socialista y liberal, fue otro e los autores destacados durante esta época. Se caracterizó por estudiar al ser humano a través del psicoanálisis. Sus temas trataban principalmente sobre ciudadanos de entreguerras con necesidad de universalizarse.
Cabrera solo estrenaría una obra teatral, 'Proyecciones', de temas freudianos, sobre la personalidad, el neoexpresionismo entrelazado con conceptos propios del surrealismo o el dadaísmo. También tenía elementos simbolistas y creacionistas, además de otros muy presentes en su obra como el jazz, el cine, el tiempo, etc.
Asimismo, su influencia se vería plasmada también en sus publicaciones en la Gaceta de Arte, principalmente con poesías y referencias al teatro de vanguardia, especialmente con carácter reinvindicativo y de crítica al que teatro que se hacía por ese entonces.
En 1927 se crearía la primera revista de vanguardia en Canarias: 'La Rosa de los Vientos', por Juan Manuel Trujillo, con Agustín Espinosa y Ernesto Pestano Nóbrega como principales colaboradores. La revista adquirió notable relevancia en el panorama literario canario y español.
Periodo de madurez: autores que rompen rígidas etiquetas
La reinterpretación de títulos del teatro cómico y popular sería una constante durante los años de madurez de este período. Se llamaban farsas surrealistas, farsa fácil, sainetes, etc. La obra más importante, también de las escénicas de vanguardias en Canarias, es 'La Casa de Tócame Roque', en la que se destaca la importancia del papel del sueño en las personas. Fue escrita por Agustín Espinosa (Puerto de La Cruz,1987-1939), una de las figuras clave del panorama vanguardista insular, ya que desempeñó un papel central como creador de la moderna prosa en Canarias durante las décadas de 1920 y 1930.
Nestor Martín Fernández (Las Palmas de Gran Canaria, 1887-1938) sería otro de los pricipales impulsadores del teatro de la época, apostando fuerte por la asociación 'Los Amigos del Arte' Nestor de la Torre' creada en 1934, cuyo objetivo principal era acercar el teatro de vanguardia al Teatro Pérez Galdós. En esta asociación también tuvo un papel determinante Alejandro Casona, quien obtendría el Premio Lope de Vega en 1934 por 'La Sirena Varada'
Pero si hay una persona destacada en este período es Domingo Pérez Minik (Sta. Cruz de Tenerife 1903-1989), un escritor testigo de esos años. Intensamente vinculado al teatro, se integró en su quehacer como actor y director vocacional, dedicándole una gran parte de su atención crítica. Inició su actividad literaria en 'Hespérides', una revista semanal creada en 1926 de contenido claramente artístico, científico, literario y deportivo.
Más tarde, en 1932, cofundó bajo la dirección de Eduardo Westerdahl, 'Gaceta de Arte', una de las publicaciones periódicas más significativas de la vanguardia europea de entreguerras, en especial del surrealismo. Bajo el patrocinio de esta revista se celebró en Santa Cruz de Tenerife la primera exposición surrealista de España, con la presencia de André Bretón. Una de sus publicaciones más destacadas sería 'Debates sobre el teatro español contemporáneo' en 1936, un ensayo en el que dividió en tres los tipos de teatro vanguardista: religioso, político y evasivo alegórico.
Roberto García de Mesa utiliza la figura de Minik para concluir la exposición, ya que el escritor tinerfeño echó en falta la sátira y la farsa revulsiva, calificando el teatro tradicional que se hacía como un esperpento. De ahí que surgiera esta poco conocida corriente vanguardista canaria que, gracias a Roberto, podemos hoy analizar y descubrir en el Centro de Arte La Recova hasta el 28 de febrero.
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