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Menú sonoro autóctono y Siesta

Segunda jornada Keroxen13 con el acento puesto en sabores autóctonos de ayer, hoy, y más o menos siempre. El cartel actual está compuesto por los resurrectos Cabeza Borradora, nuevos valores como Tom's Cabin, y el incombustible D.WattsRiot. A todas estas propuestas se suma la participación de los valencianos Siesta.

Siesta es un dúo valenciano formado por Jonathan Cremades (teclados, batería, percusión y voz) y Pepe Ábalos (bajo, guitarra, sintetizador, batería y voz) debutó a principios de año con un excelente larga duración titulado 'Terroruterino'. Es un disco oscuro, bailable y contundente. Un debut con muy buenas perspectivas, que recurre lo justo a sus referencias más inmediatas –el krautrock, la psicodelia, la electrónica- para cocinar con ello su propio brebaje repetitivo e hipnótico.

Cabeza Borradora fueron abanderados de la fusión de electrónica y rock de orientación bailable en los 90, cosechando gran predicamento y apoyo sobre todo entre la crítica especializada española de aquellos años. Dejando atrás las estructuras de dance-rock de aires Madchester que caracterizaron el sonido de la banda tinerfeña, ahora ponen la tecnología al servicio de la recreación de atmósferas y ritmos que parecen tomados del ambiente inquietante de los sonidos de las películas de su adorado David Lynch.

Tom’s Cabin es el proyecto personal de Tomás Hernández (Tenerife, 1991), quien propone, a través de la sensibilidad y la introspección, un sonido que resulta familiar y a la vez único, encontrando en el folk anglosajón su medio de expresión. Sin embargo, se suma a esta corriente con una fuerza particular, ya que en sus temas resuenan ecos de artistas tan alejados de esta escena como Jeff Buckley o Radiohead.

D.WattsRiot, es productor, Dj y músico, componente de los míticos Fun-Da-Mental y radicado en el norte de Tenerife desde hace varios años. Es casi el Dj residente de Keroxen, inspirador e instigador, no ha faltado a ninguna cita desde el 2010, haciéndonos crecer como festival y como oyentes privilegiados de su enorme archivo músical, cada sesión suya es un manifiesto sonoro, contundente, comprometido y algunas veces devastador.