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Radar Keroxen en el Teatro Leal

El sello discográfico Keroxen, tentáculo fonográfico del popular festival internacional de vanguardia y artes avanzadas que regresa en octubre al Espacio Cultural el Tanque de Santa Cruz de Tenerife, lleva este jueves, 4 de septiembre, a San Cristóbal de La Laguna una pequeña pero sabrosa representación de su escudería. 

El regreso de DancelWerk a los escenarios y la presentación en vivo de 'No sueltes lo efímero', nuevo trabajo de Pumuky, serán las virtudes de este encuentro que podremos disfrutar este jueves, a las 20:00 en el Teatro Leal de La Laguna  y que estarán acompañadas por las visuales e iluminaciones del maestro Simone Marin

DancelWerk

Fernando Ledesma, alias Omen, Fullmoon, Fractal 303, nacido en Santa Cruz de Tenerife, es un músico electrónico autodidacta. Uno de los pioneros de la música electrónica modular en Canarias. Ha publicado en los sellos Heya Records, Kindersonic, Barock Producciones, Sounderground, Sirius Pandi, UvDog, Whobear Records, Groove Manipulations y en su propio netlabel Tecnoism. Su nuevo proyecto llamado Dancelwerk, mucho más inmersivo, personal y alejado del mainstream electrónico, se centra en estilos como el IDM y el techno experimental. Su nuevo álbum, que marca 30 años de trayectoria musical, será publicado por Keroxen en 2025.

'No sueltes lo efímero' lo nuevo de Pumuky

Tras varios años de instantáneas ardiendo en slow-motion, Pumuky retorna tras un lustro de espera para proseguir el camino que nadie más que ellos han podido trazar. Así, 'No sueltes lo efímero' es la prueba contundente de una propuesta donde dolor, pérdida, luz y amor se enfrentan en extremos de estruendosa intensidad vital. La misma que Pumuky encauza en un cancionero en carne viva que invita a un único objetivo posible: agarrarse con desesperación a sus dramáticas melodías aerostáticas, a su ardiente electricidad barroca.

Guiados por su instinto natural para cazar armonías entre la duermevela y la pasión desbocada, se va formando una senda al compás del tic-tac slowcore de hitos como 'El salitre de tus labios' y 'Lo recuerdo todo' que nos devuelven al sonido más orgánico de clásicos a reivindicar de su discografía como 'Plus Ultra' (2011).

Al son de esta vía, se fueron grabando los temas que conforman este álbum, sazonado en los estudios de La Mina bajo el ojo avizor de Raúl Pérez. Con estos mimbres, ha emergido tan arrebatado(r) islote pop. Uno al margen de algoritmos y consensos intencionados ni demás baratijas creativas que puedan desvirtuar lo que, ya de por sí, es un logro mayor: el resurgimiento de una formación incuestionable, una vez más, portadores de un decálogo musical trenzado desde las vísceras hasta el mismo epicentro del sueño.

Lo suyo es Dream-core en intenso cinemascope. Medicina terrenal sembrada de melodías cuajadas a cal y fuego en el subconsciente de quien acepte la llave para entrar en este universo de acordes majestuosos y arrojo emocional colindante con los primeros Low, Codeine, pero también con el primer Sr. Chinarro, la primera versión de Blacanova o con los The Cure más elegíacos de 'Faith'. O lo que se entiende como una flor extraña incandescente que pincha y duele como sólo lo pueden hacer los saltos al vacío artísticos de funambulistas del código pop como Mariano, Albert, Noé, y Jaír. Cuatro almas encadenadas a un fin: la construcción de un arrebato emocional simpar en estos tiempos de asepsia total. Una vez más y como nunca antes.