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bibli teresa arozena

'Paisaje, memoria y poder'

Desde el próximo viernes 7 de noviembre a las 19:00. podremos disfrutar de la exposición 'Paisaje, memoria y poder'. Una exposición en la que participan Sergio Acosta, Teresa Arozena, María Laura Benavente, Adalberto Benítez, Gonzalo González, José Herrera, Manuel López Ruiz y Manuel Martín González.

La galería Bibli en Santa Cruz de Tenerife acoge esta muestra en la que el colectivo de artistas propone reflexionar sobre el paisaje no únicamente como un telón de fondo, sino como un mecanismo crítico de generación de significado, un espacio en el que las relaciones entre territorio, poder y percepción están en continua negociación.  

La imagen del paisaje se revela aquí no como un espejo transparente de la naturaleza, sino como un territorio cargado de memorias, tensiones y significados. La exposición propone revisitar este concepto a través de obras de pintura, fotografía, escultura e instalación que cuestionan su representación y despliegan sus múltiples dimensiones simbólicas. Más que una cuestión de apariencia, el paisaje aparece como un entramado cultural atravesado por dinámicas históricas, políticas, sociales y ambientales.

Las piezas reunidas muestran cómo el territorio se ha configurado tanto por la acción humana como por los relatos que lo interpretan y lo legitiman, generando fricciones entre naturaleza y artificio, contemplación y explotación, memoria y transformación. El paisaje se entiende aquí como un campo de disputa, donde se cruzan intereses materiales y simbólicos, y donde se vuelve necesario interrogar las formas en que habitamos, intervenimos y representamos nuestro entorno.

A su vez, la exposición aborda la imagen del paisaje en relación con tres miradas: la del espectador, que proyecta imaginarios sobre lo contemplado; la de quien produce las imágenes, que define encuadres y narrativas; y la de quien las exhibe, que organiza y condiciona su recepción. Estas mediaciones revelan que el paisaje nunca se nos ofrece como evidencia inmediata, sino como una construcción hecha de elecciones, silencios y estrategias de visibilización.

De ahí que lo que vemos en el paisaje no pueda asumirse como verdad pura: su imagen no es un reflejo, sino un discurso, un artificio que produce realidad a la vez que la representa. Así, esta exposición invita a pensar el paisaje no sólo como escenario, sino como un dispositivo crítico de producción de sentido, un lugar donde se negocian constantemente las relaciones entre territorio, poder y mirada.