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"Animar no es insultar"

Lagenda.- ¿Crees que todo es nuevo, es decir, que hay mayor incidencia ahora de violencia en el fútbol, incluyendo el de base, o es que que la sociedad ahora lo tolera menos?

Capi.- En principio,  creo que podemos hablar de dos niveles, por un lado están los comportamientos agresivos y violentos en el deporte más competitivo y de espectáculo en que se ha convertido el fútbol de elite; ahí campan  grupos radicales violentos muy peligrosos de corte xenófobo y racista que tristemente han vivido bajo el paraguas y la  protección de los propios club  de fútbol, y como hemos visto no se toman la medidas necesarias para erradicarlos, pues siempre encuentran cobijo en algunos estamentos de este deporte. Su eliminación de los campos tiene que pasar por la repulsa de los propios  aficionados que tienen que exigir a sus directivos que sean implacables. En el fútbol base, la violencia verbal y física que esta apareciendo en los campos de fútbol corresponde a comportamiento de los padres y madres de los jugadores, que están en el campo la mayoría de las veces  ajenos a los conflictos de las gradas. La razón: la falta de respeto, tolerancia, agresividad verbal hacia el equipo contrario, al árbitro, lo importante es ganar, lo importante es mi hijo,  etc. Esto es una realidad, hay padres que dejan de ir al fútbol por encontrarse con este tipo de conductas continuamente. Para solucionar esto hay que educar, hay que fomentar valores, hay que preguntar a los padres cuando llegan por primera vez a un campo de fútbol  que es lo quieren encontrar allí,  igual que los club debemos explicar que ofrecemos…

L.- ¿Cómo afecta la difusión en redes sociales de este tipo de hechos? ¿sirve como toma de conciencia y es útil para atajarlo, o es más bien un altavoz y un reclamo para estas conductas?

C.- Pienso que las redes sociales tienen su cometido y función  y depende del uso que hagamos de ellas. Evidentemente  sirven para las dos cosas que me planteas. Es un altavoz para difundir actitudes violentas, agresivas, racistas, sexistas, etc. Pero también pueden convertirse en un vehículo trasmisor para divulgar valores y actitudes positivas que se dan dentro de los campos de fútbol. Mi papel como gestor y  educador es seleccionar y divulgar esas que aportan  actitudes positivas, solidarias, y deportivas… y que tengo que hacerles llegar a los jugadores de mi club y de otros club, si es posible.

L.- ¿Cuál es la filosofía de trabajo, en cuanto a educación extra deportiva, de su club?  ¿Qué diferencias hay, en relación a la gestión de recursos humanos, con otros clubs similares?

C.- En este caso,  yo hablo de UD Coromoto. Los primeros años de gestión se centraron en dos objetivos principales: por un lado crear una organización y estructura para su funcionamiento, y por otro, dotarnos de los mejores recursos humanos posibles, y para eso, lo primordial era la formación del equipo técnico. Se llegó a un acuerdo con la FTF y la Escuela de Entrenadores para formar a todos nuestros entrenadores y que obtuviesen la titulación requerida. A partir de ahí se ha ido mejorando el organigrama deportivo donde todos nuestros entrenadores desde los prebenjamines hasta los juveniles están titulados. En la actualidad el club tiene 13 equipos y una Escuela para pequeños y cuenta con un Coordinador Deportivo para fútbol 11, un preparador físico, un fisioterapeuta, un Coordinador de Formación para fútbol 7, y 15 entrenadores/as, además de contar con un acuerdo con la Escuela 'Yo soy Portero' que entrena en las mismas instalaciones. Todo este equipo es remunerado con las cuotas que pagan los padres y madres de los jugadores. Una vez consolidado, se plantea mejorar la calidad de sus servicios poniendo en marcha diferentes proyectos, sumando padres en el proceso organizativo, como el programa interno impartido por un coaching deportivo 'Valores Morales a Través del Deporte'.

L.- ¿Podría comentarnos algo de proyectos como 'balón de oro'?

C.- Este año desarrollamos el proyecto denominado 'Balón de Oro' para todas las categorías de futbol 7, desde prebenjamines a alevines, en cada una de las competiciones  de la liga. El árbitro  de cada partido evalúa  la actitud y comportamiento de todos los que intervenimos: padres, madres, entrenadores, delegados, jugadores, etc. Los equipos que resulten ganadores ereciben un galardón consistente en la posesión de 6 balones de color oro personalizados con los escudos de los patrocinadores y entidades colaboradoras. Este equipo jugará la temporada siguiente sus partidos de casa con el balón de oro.

"Los padres están dispuestos a pagar cantidades importantes para la práctica de otras disciplinas deportivas"

L.- ¿Cómo es la situación actual, en este ámbito, en Canarias en relación al fútbol de cantera? ¿Hay posibilidades reales a medio plazo de que el fútbol se convierta en un transmisor de valores para la sociedad? ¿Son los padres el pilar de la formación en valores? 

C.- Por supuesto, creo que, cada vez más, los padres se preocupan por la formación deportiva de sus hijos, entendiendo el deporte y en este caso el fútbol como un complemento. Esto es muy importante, hay que hacerles ver que sus hijos tienen que tener buenos educadores y esto tienen que valorarlo en todo su conjunto. Todavía hoy los padres están dispuestos a pagar cantidades importantes para la práctica de otras disciplinas deportivas, y sin embargo les cuesta pagar por que sus hijos jueguen al fútbol. Los padres efectivamente son el pilar de la formación de sus hijos y estamos convencidos que el fútbol y la competición pueden ser un instrumento ideal. Se puede competir  respetando las  normas y del juego limpio y de todos nosotros depende que hagamos de la práctica de este bonito deporte un espacio para la educación y formación de nuestros jóvenes.

L.- Cuando se dan situaciones más cercanas, como la sucedida a final de la temporada pasada con la invasión del terreno por parte de jóvenes aficionados de la U.D. Las Palmas, y especialmente con toda la repercusión posterior del hecho (declaraciones, persecución y estigmatización de los 'responsables'....) ¿Cómo afecta esto al trabajo en valores que se intenta desarrollar, por ejemplo, desde su club? ¿Sirve para ejemplificar sobre los peligros de extralimitar un evento deportivo? ¿O pone en peligro este trabajo?

C.- Este tipo de situaciones y conductas,  creo sinceramente, que nos las vamos a seguir encontrando. Depende de nosotros, de la denuncia que hagamos en cada caso, del grado de permisividad que tengamos los aficionados en cada circunstancia y momento. Si dejamos envalentonar estos comportamientos esta gente terminará adueñándose del campo y acabaran con el deporte, o por lo menos hará que muchos padres y madres dejen de ir al fútbol. El trabajo pasa por educar en el deporte, por sus valores… todo esto que me planteas no tiene nada que ver con el deporte, eso forma parte del espectáculo, de la mal entendida fiesta del fútbol y esto tenemos que hacerlo llegar a los niños y que lo entiendan. Esos comportamientos están ajenos a jugar al balón con los pies y divertirse. Tenemos que educar que animar no es insultar, tenemos que respetar al equipo contrario, y eso se trabaja día a día, con buenos entrenadores que inculquen el placer de divertirse jugando y de competir limpiamente, de felicitar al contrario si pierdes, de no protestar al árbitro, etc. Todo esto que parece sencillo es difícil muchas veces, si desde la grada y de otros sitios no predicamos con el ejemplo.

"Todos sabemos que nadie le va a poner el cascabel al gato"

L.- Que opina sobre la última regulación de la Liga de Fútbol Profesional sobre perseguir aficionados que insulten o hagan cánticos racistas o denigrantes, ¿Considera que es una medida eficiente o de cara a la galería por parte del señor Tebas?

C.- Me parece lo adecuado y lo correcto debiéndose penalizar tanto a los transgresores como a los clubes que lo consientan, aunque todos sabemos que nadie le va a poner el cascabel al gato. Las medidas son eficientes si se aplican correctamente, independiente de  como se llame el club. Hay buenos ejemplos en otros países donde estas conductas de aficionados han sido desalojadas de los campos de fútbol, lo triste es que en muchos otros se continúen  con esos comportamientos racistas y violentos. Hay que ser valientes y denunciarlos como  lo hizo el entrenador holandés Guus Hiddink.