La Biblioteca Insular de Gran Canaria en Las Palmas acoge entre el 28 de octubre y el 7 de noviembre de 2021 una intensa muestra de 400 fotografías que el fotógrafo Javi Felipe ha realizado y atesorado entre 2012 y 2021 y que bajo el nombre de 'La música se puede ver con los ojos cerrados' retrata a más de 200 artistas en diversos escenarios de Canarias y unos pocos de la península ibérica.

La muestra, comisariada por el periodista grancanario Diego F. Hernández, compañero y miembro activo de la escena cultural canaria aporta además un extenso catálogo en el que el propio Diego describe de forma excepcional el trabajo que Javi Felipe ha venido realizando estos años bajo los escenarios canarios.

"Javi Felipe tiene una mirada paciente en su afán por capturar las emociones y sensaciones que rodea la música en directo y a sus protagonistas. Un recolector, en el sentido del término que evoca el hecho, el oficio de juntar personas o cosas dispersas a las que abriga con la música como hilo de vida. La música se puede ver con los ojos cerrados tiene que ver con la capacidad de espera, de búsqueda del gesto, de los impulsos que solo se suceden cuando fluye el sonido, en definitiva, de la composición que permite capturar la imagen que, tras el disparo ya es parte del pasado. La música te golpea, y lo bueno es que no hace daño. Lo cantaba Bob Marley, y lo recuerda Javi Felipe - cada uno en su lenguaje-; sacude y proyecta estados de ánimo que ilustran el motivo que conecta esta colección de fotografías, estampas de un ecléctico bosque sonoro poblado por criaturas de distintas costumbres que el autor, que aquí refrenda su condición de cronista visual, ha venido frecuentando en los últimos años como si fuera uno más"

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"Una hoja de ruta salpicada de retratos, que en favor del autor no necesita de palabras ni acotaciones que ayuden al espectador a comprender y situar lo que tiene delante, sino que se recrea en el poder de la imagen, y lo que ésta devuelve, como espejo de lo que acontece. No hay más. En un concierto cualquiera, allí estaba Javi Felipe cual privilegiado espectador.

Es también un catálogo gráfico concebido como una suerte de work in progress: y no porque se trate de una obra en construcción, ni mucho menos, sino porque es una serie de amplio espectro que fue implementándose en la cota temporal 2012- 2021 a que se refiere esta muestra, y que continúa haciéndolo mientras haya directos a los que asistir y músicos a los que fotografiar.

El foco de Javi Felipe esquiva luces indomables y ambientes hostiles que se prodigan en este negocio, se balancea con elegancia fílmica al ritmo de la música que embriaga su fotografía. Viajero infatigable, el compulsivo voyeur en las primeras filas que se asoma a la trinchera, al foso de vértigo al que acude como el cazador que acecha hasta que el objetivo se deja querer. De eso sabe mucho el fotógrafo."