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La memoria como espacio de justicia

El Teatro Leal se transformará este viernes 20 de noviembre en una habitación militar ubicada en las cercanías de Santander, para albergar la representación de 'La piedra oscura', de Alberto Conejero, uno de los textos más aplaudidos de la temporada, hasta el punto de agotar todas las localidades en su reposición en el Centro Dramático Nacional. La obra, galardonada con el premio Ceres 2015 al mejor autor dramático, está dirigida por Pablo Messiez e interpretada por Daniel Grao y Nacho Sánchez.

Los dos protagonistas de esta historia son Rafael, que vive sus últimas horas antes de ser fusilado, y Sebastián, el joven soldado que lo custodia. Ambos comparten la habitación sin conocerse el uno al otro y teniendo únicamente en común la lucha por la supervivencia. Sin saber si serán sus últimas horas de vida, conviven y confiesan sus secretos más íntimos y remordimientos envueltos en la prosa de Lorca, justo un año después de su muerte.

Este encuentro, ficticio, está inspirado en la vida de Rafael Rodríguez Rapún (estudiante de Ingeniería, secretario del mítico grupo teatral La Barraca y compañero de García Lorca en los últimos años de la vida de ambos). Alberto Conejero aúna en el texto tensión dramática y pulso poético para levantar interrogantes sobre la naturalización de nuestro pasado más reciente y el destino de los olvidados en las cunetas de la historia.

Conejero busca transmitir con sus palabras la incertidumbre sobre tiempos lejanos y sobre los años venideros, haciendo alusión también a la democracia. Se trata de una indagación sobre los personajes que quedaron en los márgenes de la foto oficial de la historia, detrás de las grandes fechas, figuras y acontecimientos. Rescata esos nombres para que no sean devorados por el tiempo o el olvido y su memoria perdure.

El director Pablo Messiez hace posible esta intención con una puesta en escena hecha poesía. Más allá de la calidad artística de la obra, se evidencia el acto de nombrar para fomentar el recuerdo y que sea imborrable. En todo momento, se le otorga a la palabra el protagonismo que en la obra tiene, manteniendo su riqueza conceptual.