Matías Mata- o lo que es lo mismo Sabotaje al Montaje- no concede entrevistas, se echa un palique bueno ahí. En este caso hablando de su proceso creativo, sus cosas y tal. Sabotaje al Montaje ha llevado su firma a países como Senegal, Francia, Italia, Alemania, Reino Unido, Argentina y a varias ciudades de España como Barcelona, Madrid, Sevilla, Valencia y por casi todas las Islas Canarias.
El artista, obrero del color como él mismo se denomina, ha obtenido notoriedad y reconocimiento en el mundo del arte urbano desde hace ya muchos años. Su obra, abarca desde el abstracto hasta el realismo, siendo los murales de personas en horizontal una de sus señas de identidad. Vinculado a la acción social desde joven, protesta cada día contra el sistema actual de manera artística.
Nota: la especie de conversación esta tuvo lugar el verano pasado y, por motivos que no vienen al caso, quedó suspendida en varios limbos hasta que se puso con ella nuestra compañera Laura Rodríguez.
Lagenda.- No paras de pintar, mira que es difícil cuadrar un rato contigo.
Matías.- Sí, estaba ya quedando este jueves para pintarme algo por ahí…
Lagenda.- ¿Así en plan clandestino o cómo es el rollo?
M.- Sí, pintar murales, buscar una pared y pintar, hace meses que no lo hago, solo pago facturas y claro la gente piensa Matías no para, pero no paro porque no gano mucho.
L.- ¿Y sí lo hicieras?
M.- Pararía, bueno soy mileurista, pero gasto 800 euros en el alquiler, autónomo, gastos de trabajo… Al final salgo de vez en cuando, muy poco, vida social tengo poca, y cuando viajo es por trabajo. En La Palma me cogí un pedo de casual hace poco porque terminé el trabajo y había fiesta en el pueblo, y allí que vas a hacer, te obligan a beber.
L.- Claro que si tío, es la cultura popular…
M.- Y en Lanzarote estuve también ahora dos días porque estaba mi madre y estuve ahí todo el día en la playa. Me quemé como un cangrejo. Ahora después de dos años me voy de vacaciones a Serbia y me voy a pintar por ahí.
L.- ¿Por un trabajo o conoces a alguien?
M.- No, no conozco a nadie, sólo a un tipo que hace videojuegos, le dije que comprara pintura plástica barata y me voy a pintar.
L.- ¿Y cuándo te pare la policía serbia y te hable en su idioma?
M.- Pues yo le hablo en español.
L.- ¿Y qué se joda tal?
M.- Sí, pero hay países que se ve que se puede pintar, yo pregunto y primero veo si la ciudad está llena de murales, por ejemplo, Lisboa tú ves que está llena de murales y tú dices aquí puedo pintar que no hay problema. Sabes eso se nota, cuando ves una ciudad que no hay murales y no hay nada dices contra aquí como pintes te meten una clavada, pero siempre preguntas, y además esta semana es cuando empezaría a informarme sobre Serbia porque no he tenido tiempo.
L.- ¿Quién es Matías Mata y quién es Sabotaje al Montaje?
M.- La gente piensa que Sabotaje al Montaje es un colectivo y realmente yo creo que sí, puede que sea un colectivo de tanta gente que...
L.- ¿Eres un colectivo?
M.- No digo ni sí ni no, tú sabes la cantidad de gente que piensa que es un colectivo, durante mucho tiempo me callé porque era un rollo anónimo, pero claro las camisas las he repartido yo una a una y esas personas comparten el grito porque no deja de ser un mensaje, lo que mucha gente no sabe es que nace de un proyecto en Cuenca con un performance, pero no es temporal de un año de curso y ya se acababa, voy a seguir toda mi vida protestando.
L.- ¿En el año 2000 es cuando empiezas con ello?
M.- 2003, sabes creo que el otro día un amigo me lo comentaba, llevaré unos 4020 días con la camisa, muy poca gente sabe porqué llevo siempre la misma.
L.- Esto empezó en Cuenca entonces, ¿qué estabas haciendo?
M.- Bellas Artes, el último curso de la carrera.
L.- En el último año de carrera en Cuenca en una asignatura de performance nace un proyecto que se llama Sabotaje al Montaje.
M.- Nace aquí, en 2002 y en Cuenca explotó.
L.- ¿Y la idea era llevar esa camiseta?
M.- No, la idea era sabotear el sistema pero con expresiones artísticas
L.- ¿Qué sistema?
M.- En el que vivimos, hoy en día todo es un montaje, una mentira.
L.- ¿Es cómo un rollo guerrillero?
M.- Sí, pero sin bomba, cada uno tiene que sabotearlo en su ámbito, por ejemplo tú lo haces de una forma periodística, con escritura. Pero no cabe duda que si tú te echas dos cervezas sabes que el mundo es un montaje desde el punto de vista social, económico, religioso. Incluso a veces las amistades surgen también de unos intereses en ciertos grados, pero bueno siempre hay una mano que marca cinco amigos que los tienes cuando la gente te abandona. La familia y la amistad, lo demás todo es un montaje.
L.- Entonces el tema de las vallas que pintas por ahí sería un mensaje claro y definido con el concepto de sabotaje.
M.- Sí, pero por ejemplo dice una amiga mía que “todas las intervenciones en el espacio público de arte tienen que ser reivindicativas”.
L.- ¿Aunque sean contratadas? Por ejemplo si te llaman para hacer unos murales amables.
M.- Eso ya es decoración o embellecimiento, ella decía que cuando tú intervienes en el espacio público el contenido debe ser reivindicativo. De acuerdo, pero si yo quiero pintar cuatro alcantarillas de colores para mí eso también es reivindicación. Sabes, estamos añadiéndole un color a la puta sociedad gris. Es delicado pero para mí es eso, cualquier cosa que saques a la calle a intervenir ya estás reivindicando un poquito. Por ejemplo con las vallas publicitarias, ayer hice una a las 11 de la mañana, todas las he hecho a la luz del día, no le importa a nadie, piensan que estás trabajando como me ven haciendo letras no le prestan atención, ayer una chica pasó y se quedó como asustada, ella siguió,yo cogí el coche, guardé las cosas, hice fotos en el móvil y me fui.
L.- ¿Tú cuando empiezas a pintar en la calle?
M.- En 1990 empiezo a poner mi firma, wip y un gusano, por eso la gente me llama también gusano. A finales de los 90 cuando vengo a estudiar a Tenerife fue cuando empiezo a hacer intervenciones de participación social en barrios, por ejemplo en Añaza hice el proyecto 'Jardines prefabricados'.
L.- ¿ Es un proyecto contratado?
M.- Sí, a mí me contrataron para hacer el proyecto y engañé al tipo, me dijo queremos hacer un mural donde tú dibujas y la gente rellena, ya eso lo había hecho en Las Palmas, con niños y viejos que pintaban dentro, y le dije yo voy a hacer un proyecto donde el barrio sea dueño de su zona y pinté lo que le dé la gana, alcantarillas, mobiliario urbano... Me dieron la licencia porque era Añaza pero yo hice un proyecto de todo, como quería, una cosa imaginada.
L.- ¿Estabas aquí en la facultad?
M.- Sí, en la facultad, así me sacaba mis perras para pagar mis estudios, ganaba 300 pesetas en esa época.
L.- A veces cuesta diferenciar el grafiti como lo entendemos. ¿Dejar tu firma se asocia a manchar?
M.- El grafiti es poner tu nombre y el mural es otra cagada, el grafiti es bombardear tu nombre en todas las esquinas que yo con Sabotaje también lo hago en muros abandonados y también pongo pegatinas, lo demás es mural pero hecho a spray, que también en Europa cuando vinieron de EE.UU. empezaron a hacer murales con letras, dibujos, pero ahora ya ha evolucionado como todo.
L.- Pero aparte del grafiti y de la firma ¿tú ya pintabas entiendo yo?
M.- Me gustaba el arte, coño, yo dibujaba.
L.- ¿Ves lo que hacen otras personas que están a tu alrededor y dices lo hago bien?
M.- No fíjate que no, yo era supercutre pintando al principio, superloco y he retomado esas cosas porque dices que atrevido era. Yo aprendí a dibujar en la calle, en Bellas Artes hacia más performance, instalaciones, no hacia grafitis porque estaba censurado, pero fue mi constancia la que hizo aprender a pintar y a dibujar grandes formatos sin cuadriculas.
L.- ¿Eso lo has aprendido después?
M.- Sí, con el tiempo. El primer retrato fue con un negrata en el 98 en su bar, una horterada que flipas, pensé ¡mi madre! vaya cagada que acabo de hacer, pero luego fui trabajando más y fui aprendiendo de la gente, en la escuela, y empiezo a definir más cosas cuando hago los horizontales, la gente del pueblo.
L.- Los horizontales de personas son un planteamiento bastante original, el hecho de hacerlos acostados, de hacer un formado tan grande sin cuadricula como dices.
M.- En la península me valoraban mucho eso, mucha gente de la old school me recuerda por eso y me dicen, "Matías nadie hacia eso", pero claro a mí no me gusta decirlo, a lo mejor hay un puto chino que hacia esas cosas. Luego estuve estudiando un poco y el mismo año o meses antes a lo mejor una de Sudáfrica hizo una chica horizontal y después alguien en Sevilla, sabes se hacían cosas puntuales pero de sacar fotos a la gente y pintarla no había mucha gente que estudiara eso. Yo simplemente estaba cansado de retratos y pase a cuerpo entero y como no tenía andamio lo hacía en horizontal, creo que el primero lo hice en Cuenca que volví por unas historias ahí y aquí seguí experimentando. Es como ahora lo abstracto sabes, siempre me aburría el seguir con los lenguajes.
L.- ¿Abstracto le llamas a la línea un poco en el trabajo de las paradas de guaguas por Tenerife?
M. Más el del Puente Serrador en Santa Cruz, sabes esa cosa de explosión de colores forma eso, es en lo que estoy intentando trabajar y no me dejan, hay muy poco clientes.
L.- ¿Por qué les gusta el otro rollo?
M.- Claro, les gusta más las cosas figurativas, quieren ver algo reconocible.
L.- ¿Y si es un vecino ya lo bordas?
M.- Que pasa que yo llevo haciendo esto fleje de años desde principios del 2000, pero por ir a La Palma me pagan 300 euros. Por ejemplo allí pinté a un puretita borrachito con una foto de dni, sabes a lo mejor para mi está bien, pero para el pueblo este señor era importante, durante los dos días que estuve pintando oía las historias, era la persona que iba arreglando los campos de todo el mundo, un montón de familias me decían que comía en sus casas, todo el mundo lo acogía pero eso fue un tío privado que quiso hacer un homenaje, no un ayuntamiento.
L.- Un tipo que te llama a ti y te plantas en La Palma, te paga el viaje y te da 300 euritos o lo que sea...
M.- En este caso fue un pasaje que me habían dado de otro proyecto, y que yo dije por ese homenaje que quieres hacer yo cojo el pasaje cuando tú me digas y cuadró. Ya le había hecho otro trabajo y me cayó bien, era rollo familia, eso es lo que me pasa a mí que con diez clientes, cinco pasan a ser amigos míos, cuando me vuelven a llamar es una putada porque así no me puedo ganar la vida.
L.- Es una putada por hazme precio tal...
M.- Lo haces encantado porque pasan a ser familia, cada vez que hago un trabajo con alguien muy humilde o no, al final acabo rollo amigo y con otros no, cuando son más privados llegas a conectar con ellos y pintar es una cosa más de hablar.
L.- Y la carrera así de un artista en este ámbito, cómo existe la profesionalización, adónde va todo este rollo. ¿Cómo encaras una siguiente fase o piensas seguir de obrero del color?
M. Claro, me lo he planteado desde hace unos años. En Canarias no hay profesionalización de un artista y la culpa ha sido por una decadencia de políticos, profesores, espectadores, sociedad, hasta los artistas, no sé cómo decirlo, también soy cómplice. Yo he intentado ser serio, si tú eres un artista es que tienes otro oficio, en todos los años que llevo siendo artista, a todos los que yo he conocido como cien, diez eran gente luchando solo por su arte, artesanos, aquí en Canarias si eres músico tienes otro trabajo.
L.- ¿De qué viven los músicos? ¿De su trabajo?
M.- Claro, pero se ha normalizado eso. Por ejemplo en el tatuaje, ese oficio se paga pero otros como el muralismo no, porque yo no puedo luchar contra un profesor que pinta y encima después abarata el mercado del mural, o un chaval que está empezando y tiene que pagar facturas, empieza a haber un cúmulo de cosas que han impedido que se genere una estructura laboral, y pasa esto seguro en la música y las artes plásticas, en la danza también.
L.- No se ha formalizado y no se le ha dado la seriedad a la circunstancia para permitir…
M.- Creo que las escuelas de Bellas Artes también son las culpables de no generar esa estructura de no inculcar la movida de "oye tu trabajo tiene que valer esto", te sueltan y yo aprendí esto en la calle preguntando a amiguetes, pero esa formación la tuve que hacer yo, me tuve que hacer profesional.
L.- ¿Ha cambiado mucho con internet la difusión de la obra? Hace unos años no era tan fácil difundir la obra y tú has tenido una difusión enorme, a veces yo te vacilo con el rollo de "no paras, tu obra es reconocida y relevante..." ¿Hay como una especie de canal subterráneo?
M.- Yo mandaba cartas a las revistas y fotos , algunas me las publicaban y otras no. Internet ha ayudado al sector artístico pero no se ha profesionalizado, cuando me invitan a festivales me pagan algo, pero no el trabajo artístico, pasaje, comida, alojamiento, grúa y te dejan crear. Ahora por ejemplo me iba a Moscú pero se ha retrasado el proyecto. Iba a pintar un edificio de 20 plantas de sesenta metros de altura, yo igual me mareo en 30 metros, yo se los dije y los tíos seguían interesados. Son 27 edificios y 27 artistas internacionales para transformar todo un barrio obrero, una locura. A mí me han invitado a México pero págate el pasaje, ellos allí viven de esos murales, en los festivales lo bonito es que te reconocen tu trabajo, yo he estado en 4 continentes, Senegal, Buenos Aires, México, en EE.UU. al ver mi trabajo en Instagram me invitaron y Europa por casualidad a Londres, Alemania, Italia, todos son casualidades, conozco a artistas y tal.
L.- En Puerto de la Cruz estaban como animados a pintar, museo por las calles…
M.- Este año hacen dos más y se acabó, fue circunstancial, fue un dinero para arreglar fachadas, y me ponen como filtro para invitar a artistas que conozco, vinieron grandes talentos, Belin, Roa, la difusión era por las redes pero el vecino no sabía que estaba sucediendo, chacho, pero oye un lavado de cara y un interés por renovar el Puerto.
Londres 2011
L.- Bueno lo asociaron con el Festival Mueca era una parte del rollo…
M.- Mueca ya era Mueca, esto era ya otro evento, proyectos que ya son maduros, ya se habían hecho pequeños grafitis con la ayuda de Cepsa y apuestas de empresas privadas por renovar y crear espacios artísticos, y eso es positivo.
L.- ¿Cómo ves a la gente más joven? ¿Siguen con ánimos?
M.- Están muy fuertes aquí ahora, está la gente muy de grafiti de poner tu nombre, los conozco de casualidad y hay una generación buena, aquí en Tenerife se hacen pequeños círculos y al final estamos los mismos.
L.- Se van cumpliendo años y hay que mirar lo que viene por detrás. ¿Tienen expectativas de crecer?
M.- Siguen trabajando, creo que por eso estamos aquí los que nos hemos quedado para luchar y crear imaginarias estructuras para que la gente que contrate o valore el trabajo de cada uno y se les pague y puedan pagar sus facturas, porque rico no te vas a hacer como artista canario, un músico tiene que tocar en diez grupos como mínimo y tener un amigo bajista. Las generaciones igual estamos abriéndoles camino para que algún día la gente pueda vivir del arte y se valore, pero no ese concepto de artista sino gente que genera conciencia y enriquece a la sociedad en la que vivimos, no digo que todo el mundo se ponga a leer como en Buenos Aires.
L.- Trabajas otras cosas aparte del mural como retratos, diseños...
M.- Antes hacia más cosas, pero ahora ya me he centrado en el mural en los últimos años, me encantaba hacer proyectos artísticos, decoraciones, pero ya no. Ahora vendo camisas a 8 euros y estoy haciendo un estudio de tatuajes en casa, a ver que va a pasar, porque digo yo a lo mejor no puedo estar hasta los 70 pintando murales.
L.- ¿Tatuaje?.
M.- Aquí en Tenerife hay muy buenos tatuadores, es una burrada. Creo que tengo posibilidades de aprender la técnica, porque yo lo hago a mano alzada y eso es calcado, es crear volumen pero bueno tengo que aprender la técnica y tiene su dificultad, como todo pero quiero hacer algo más privado, no quiero hacer un estudio, no quiero hacer un tattoo por día, quiero vivir, controlar las facturas y seguir viviendo porque antes a lo mejor estaba muy obsesionado con el trabajo.
L.- ¿Pero entiendes que ahí puede haber una forma de profesionalización a partir de una habilidad en el dibujo y en la ilustración?
M.- Puede ser, lo voy a intentar, no sabría decirte si me va a gustar.
L.- ¿Pero has empezado? ¿Ya has manchado piel de cerdo?
M.- Ya lo hice eso, he hecho varias acciones de eso, los colegas me dicen Matías lo que has hecho ya está bien, ahora la piel que es mucho más fácil pero tienes que respetar ese oficio también, no puede uno decir vamos, pa'lante. Yo tengo que tener mi aprendizaje.
L.- ¿Y un estilo también porque al final se tiene que tener un estilo particular ?
M.- Si, la gente busca eso el estilo de la persona.
L.- Gente como José Desamers traslada lo que ya hacia en ilustraciones y dibujos personales…
M.- Me gusta mucho. Pero también es muy bueno el marketing, ha movido la página, yo por ejemplo no he promocionado nunca la página de facebook, los colegas me lo han dicho consigues más me gusta, se nota que el pibe viene de diseño, marketing y publicidad. Yo tengo amigos que llevan 17 años trabajando y se ha modernizado, ya se ha olvidado de ese tattoo de líneas agresivas, ahora es más artístico.
L.- Se ha dado por la circunstancia que hay mucho público también, hay un montón de gente que está muy tatuada.
M.- La playa tío
L.- ¿La playa y el gustito de sacarlo ahí al aire?
M.- El tiempo de estar en manga corta, pantalones cortos... Yo creo que es una generación, antes había un tipo de personas que se tatuaban y ahora se ha abierto, en el mural no ha habido eso.
L.- ¿De gente o de qué? Quiero que me pintes un mural en mi casa, en mi chalet, en mi movida tal...
M.- Ahora si se ve más en decoraciones en interiorismo, pero no en el tattoo.
L.- Interiorizar ese consumo de decir, lo mismo me hago un dibujo aquí que lo quiero tener en mi pared...
M.- Yo hago un edificio en La Palma de tres plantas de retratos y el tatuador gana lo mismo y encima es calcado, tal pum.
L.- ¿Y te levanta 300 euros ahí tal?
M.- Y yo digo ¿qué estoy haciendo? Y me lo recordaba un amigo que tatúa que él empezó cuando yo empecé con el grafiti, hemos seguimos caminando y lo único que hemos hecho diferente es que yo he viajado y nada más.
L.- ¿Has pintado en todas las Islas entiendo?
M.- Si tío me falta El Hierro y La Gomera, iba a hacer un proyecto generoso en El Hierro, pero me volvieron loco.
L.- Cómo tatuador no te vas a llevar el premio a las Bellas Artes en Canarias, pero como muralista, tienes más intervenciones en Canarias que César Manrique ¿Cuántos llevas ya?
M.- Pero eso era otra época y eso nada, hubo un tío que me lo nombro e hizo una asociación para nombrarme Premio de Canarias y le dije "cuídate eso tío, venga ya hombre".
L.- Te lo deberían de dar todos los años, se van a quedar sin candidatos.
M.- Qué gracioso, qué cabrón, el titulo de Bellas Artes que me dieron en la Facultad fue para mi madre, es una cosa que te recompensa, pero yo me quedo contento con el barrio, eso ya para mí es un premio.
L.- Eso se parece a lo que cultura, ¿al final es una cosa más de personas?
M.- Te quedas con eso, títulos y eso al final sí está bien, haces pequeñas entrevistas, se interesan por tu trabajo y tu inquietud pero se sufre a veces, tenemos un público muy malo. ¿Pero quién ha generado ese público, Ulises?
L.- Es que no creo que haya que generarlo o es responsabilidad de otros y nos ha caído a nosotros arriba.
M.- Claro, por nuestra época a lo mejor, tú lo estás haciendo en Lagenda desde hace un montón de tiempo con una evolución.
L.- Acumular decepciones es lo que hacemos...
M.- Ya pero si no ¿cómo caminaría esto?, en Lagenda por ejemplo ponéis el plan finde.
L.- Tenemos un público malo, unos gestores culturales muy mejorables también.
M.- No, muy mejorables no, lo que no puede ser es que haya solo tres técnicos de cultura en toda Canarias, como mucho, eso dice ya la situación cómo está.
L.- Público malo, gestores culturales mejorables, políticos horribles, y lo artistas cómplices.
M.- Sí, porque el dinero te hace tomar decisiones injustas, yo creo que yo también cometí ese error en mis inicios pero luego lo fui corrigiéndolos cuántas cosas hice gratis, y sigo haciéndolas si veo una asociación que está luchando no les cobro, o veo que realmente lo están haciendo por una pasión y no tienen dinero, no me lo he puesto como norma sino que dos o tres veces al año pero antes habían más, ahora no lo hago tanto porque tengo que pagar cosas.
L.- Las facturas no se pagan solas...
M.- Claro y ahora qué pasa, que estoy solo y me he plantado, no hay opción, antes podía dialogar un poquito, ahora dialogo menos, lo justo.
L.- ¿Con el tema de los precios?
M.- Sí, tenía que sacar eso para estar dos personas tranquilas y ahora estoy solo y pues prefiero no hacerlo y que llames a otra persona, porque también piensa que el trabajo de muralista es duro, no estás sentado en tu casa pintando el cuadro, es muy físico, tengo la espalda jodida por eso te digo que soy un obrero y es un trabajo jodido, tengo amigos que se han metido y dicen "joder, tío al solajero, todo quemado". Este año han habido dos olas de calor y yo pintando y no había nadie, ni el obrero, ni el barrendero... Pero sí, en general en España, no solo en Canarias, hay un problema cultural, no es un tema canario.
L.- Es otro nivel que es el mismo
M.- Por ejemplo el otro día con Arístides Moreno, que yo lo veo y digo que el colega este sigue luchando, que yo pensaba que tenía una vida establecida con su música, sigue. Cuando veo puretas así que han tenido talento pienso voy a ir buscando otro oficio.. No voy a dejar el mural, no voy a tener pensión, entonces tengo que… o me voy a vivir con mis hermanos cuando ya sea viejecito, o algo, que ellos tendrán pensión.
L.- A ver si tienes suerte porque a esa edad no te veo atracando gasolineras.
M.- En la familia es en lo único que puedo confiar, y algún amigo igual. Habrá que pensar en una residencia, bueno o montarte negocio alcohol.
L.- ¿Una venta vas a poner o qué?
M.- Bueno un negocio de alcohol, porque cultural no, las librerías cierran, tal. Coño tú estás más informado que yo del fenómeno cultural.
L.- Me lo padezco mucho, no te creas.
Sabotaje al Montaje Museum Of Public Art Baton Rouge
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