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El engranaje económico de la danza contemporánea

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El pasado viernes nos acercamos al IV Foro Danzatac, Festival de Danza de Tacoronte, para empaparnos un poco de la preocupación que despiertan los nuevos modelos de financiación con respecto al futuro de la cultura y más concretamente al referido a los espectáculos de danza contemporánea. Quedaba muy claro al finalizar este foro que no había soluciones específicas para un sector ya de por sí difícil de congregar, aunque sí que se lanzaron ideas y nuevas líneas de trabajo para paliar necesidades a medio y largo plazo.

En la mesa se encontraban algunas de las personas capacitadas para hablar, dialogar e incluso para aportar soluciones a un problema con el que que los diferentes profesionales luchan a diario: Carlos Belda, Natalia Medina, Jose Luis Rivero, Acerina Amador y Fernando Ordóñez. Todos representantes de diferentes puntos del sector, desde la iniciativa privada a las instituciones públicas. Esther Martínez, directora artística del festival, presentó el foro y a los miembros de la mesa para posteriormente ceder su puesto a Juan Reyes, quien moderó el asunto y puso sobre la mesa los puntos a tratar.

Para iniciar el debate se leyeron dos cartas de Daniel Abreu y Charo Febles, dos destacados profesionales de esta disciplina que no pudieron asistir a esta mesa redonda pero que de esta forma dejaron claras sus posturas y una primera y particular visión sobre los temas a tratar, ya que sobre estas se inició un intenso debate en el que las opiniones y preguntas del público, también figuras destacadas del sector, fueron otras de las partes importantes del foro.

Una vez más, la controvertida ley de mecenazgo fue uno de los puntos a tratar, las ayudas de las instituciones públicas, ya sea a través de beneficios fiscales o apoyo a la movilidad, acompañamientos y residencias artísticas que Natalia Medina, directora del Festival MasDanza, enumeró y recalcó como una base importante para la supervivencia del sector, que debe compatibilizarse con ayudas privadas.

También se trataron los modelos actuales de financiación, en los que José Luis Rivero, director artístico de Auditorio de Tenerife, tenía mucho que aportar, sobre todo con respecto a su condición de filtro en diferentes convocatorias en las que advirtió que muchas compañías amateurs están luchando por los mismos reconocimientos y ayudas que las profesionales en igualdad de condiciones. Abrió otros nichos de debate como las ayudas a través del crowdfunding y el interés real del público en este tipo de eventos. De la misma forma advirtió de que los patrocinios privados, al igual que los cambios de legislatura o mandato, pueden ser peligrosos para el desarrollo de proyectos.

Carlos Belda, productor y programador, intentó también aportar nuevas estrategias para el desarrollo del sector como utilizar el turismo como motor de regeneración de la danza contemporánea, si se hace a través de proyectos comerciales. Añadió que es un disparate pedir patrocinios a empresas o instituciones que no están interesadas en esta disciplina y recalcó el error que supuso haber eliminado las ayudas a la producción que hasta 2008 ofrecían Cabildo de Tenerife y Gobierno de Canarias.

Acerina Amador, bailarina y productora, explicó cuales son sus modelos de autofinanciación, aludiendo a que sus producciones son microproyectos amparados en parte por instituciones, pero que también acude a un modelo mixto de financiación a medias entre lo privado y lo estatal. Un sistema en el que la mayoría de los contertulios estuvieron de acuerdo en adoptar como medida plausible.

Fernando Ordóñez (director de Eventos y Actividades Culturales IDECO, SA, Gestión Insular para el Deporte, la Cultura y el Ocio), por su parte, también puso otros problemas sobre la mesa, entre ellos la importancia económica del teatro sobre la danza y una realidad en la que el primero se come a la segunda en cuanto a ayudas estatales. De la misma forma advirtió de que no hay futuro para las subvenciones y de que la iniciativa privada es aún mucho peor.

Si algo se sacó en claro es la idea de que hay que fortalecer un sector que a día de hoy no existe, para comenzar un diálogo abierto entre instituciones e iniciativas privadas, por otra parte también inexistente. Fomentar ayudas para salas o espacios alternativos y la necesidad de inculcar valores a la sociedad o sacar músculo para demostrar la fuerza del sector fueron algunas de las ideas que junto a otras muchas quedaron sin desarrollar por falta de tiempo.

De la misma forma y paralelamente, se abordó otro tema que también causó cierto revuelo y que consistía en diferenciar la dicotomía entre creador e intérprete y que diferentes miembros de la mesa y del público no tuvieron inconveniente en debatir, aportando sus puntos de vista y experiencias.

Este V Foro DanzaTac debería servir al menos para poder congregar a otras pequeñas partes del sector y ya no solo debatir sino llevar adelante propuestas consensuadas, estrategias y desarrollos en conjunto para luchar a favor de la supervivencia de artistas, compañías, salas y productores de danza contemporánea. Este es un gran paso… a partir de aquí, debería ser mucho más fácil llegar a un acuerdo, pero esa… es otra historia.

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