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Tuno en el siglo XXI

La tuna, controvertida institución que llega hasta nuestros días para sorpresa de muchos, vive buenos momentos. Este fin de semana, por ejemplo, se celebra el IX Certamen Ciudad de La Laguna: volveremos a ver estudiantinas provinientes de varios puntos del país rondando y divirtiéndose por las calles de una ciudad como esta Laguna que, en esta ocasión, hace bueno el tópico de marco incomparable. De hecho, aproximadamente, deben tener el mismo periodo de vida.

Lo del concurso, seguramente, será lo de menos, el tuno es un ser vocacional que se entrega a perpetuar muchos de los atributos que se asocian a esta hermandad universitaria que trascendió hace mucho su original espíritu de sopista mendicante: la pasión extrema por la parranda y por las noches licenciosas. Otros factores, en cambio, relativos a su estructura y funcionamiento, que asombran por la cantidad de normas tácitas o explícitas que determinan cuestiones como el novataje y la iniciación, la indumentaria y su simbología, o su carácter exclusivamente masculino, entre otros, se adaptan, no sin generar debate, e incluso en ocasiones resistencia, dentro del propio mundo tunero y tunante.

Para conocer más detalles sobre estos nuevos tiempos, Lagenda se ha puesto en contacto con varios representantes de la actual generación de tunos de la ULL. El primero en atender a la llamada fue Sergio Zebenzuí, 'jefe' de algo tan sorprendente como puede ser una tuna de informática (para que luego hablen de anacronismos) cuyo escudo, como se puede apreciar en la foto, corona a un circuito integrado.

Y nos confirma las primeras sospechas: tras años en los que costaba mucho encontrar aspirantes a 'pardillo', la situación está claramente remontando y las solicitudes están en alza. No es de extrañar, declara, en estos tiempos en los que lo 'viejuno' está de moda que algo como formar parte de una tuna pueda verse como el colmo de lo moderno. De hecho, y según él, los tunos son los hipsters de un futuro que no será lejano, llamados a sustituirlos como tribu urbana de referencia.

"los tunos son los hipsters del futuro"

Sergio no disimula cierto carácter provocador en sentirse orgullosamente tuno. ¿Problemas con la ciudadanía que alterna en los bares de copas? Menos de los que podría pensarse. Según explica, después de armarse del valor suficiente para salir vestido de casa una sobremesa cualquiera de fin de semana y ubicarse en alguna marquesina de esa Ofra, de la que es vecino, a esperar un buen rato la guagua, "ya nada me asusta". Y añade "de hecho, echo de menos aquello de 'tuno bueno, tuno muerto', ahora te dicen cosas como lo de 'tuna, tuna, tuna, como ninguna', pero eso no tiene sustancia".

Que el mundo tunero presente es un gran desconocido, nos sigue contando, es algo indiscutible. Las novatadas, cierta fuente de polémica, no son nada comparadas con las de algunos colegios mayores y, en general, lo que se vive es un ambiente de hermandad grupal: "no somos más que un grupo de amigos a los que les gusta tocar, cantar y divertirse". Otra cuestión delicada, como puede ser el machismo que popularmente se les achaca, es negada categóricamente y se hace referecia a la buena relación entre todas las formaciones, incluyendo la tuna femenina: "siempre puede haber determinados sectores más antiguos, como en todos lados, pero nosotros vivimos en nuestro tiempo". Afirma, en este sentido, que no hay ninguna cortapisa a la hora de expresar las distintas orientaciones afectivas dentro del grupo.

"rondamos a chicos y chicas por igual"

Posteriormente hablamos con Míriam, directora musical de la Tuna Femenina de Distrito de La Laguna, que apoya también las tesis de Sergio en cuanto a que están en un buen momento. Cita hasta siete organizaciones femeninas a nivel nacional e incide en que, pasados unos primeros años donde hubo muchas dificultades para ser reconocida como una más, esta tuna femenina está totalmente integrada en el mundillo, y no sólo eso, sino que además lo hace evolucionar desde dentro. Muchas personas, cuenta, se sorprenden al verlas, pero es una sorpresa positiva, entiende, que hace cambiar el concepto que se tiene de tuna, que por otra parte, no se distingue en ningún otro parámetro de una tuna masculina: festejan y rondan, curiosamente, a chicos y chicas (llegado el caso) por igual.

Eso sí, y en esto también está de acuerdo con Sergio Zebenzuí, la tuna mixta, más allá de que en sudamérica, donde la institución tiene un discurrir propio, las haya, no le parece una buena idea. Y no exclusivamente por una cuestión musical, que la hay, sino porque postula que una tuna mixta está llamada a desaparecer, cuando no implosionar.

Así que, visto lo visto, el panorama es optimista dentro del mundo tuno. Algo posiblemente inesperado, pero real y tangible, tanto que será fácil de comprobar este fin de semana, podría compararse sin temor en capacidad de convocatoria con otras manifestaciones más propias de influencers culturales a la última: ¿serán las tunas tendencia en los próximos años?