La oferta de Espacio Guimerá Música EGM lleva ya 4 años en activo. Han pasado por la buhardilla del Teatro Guimerá innumerables propuestas, ya era hora de quedar con Erick Canino, coordinador de este ciclo que programa el Organismo Autónomo de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, y esbozar un balance aproximado de la trayectoria de este necesario espacio para la cultura chicharrera.

El pasado jueves acudimos a la sala multiusos del Guimerá para ver a los chicos de Touché! (en la foto) presentando su disco de debut, 'Pictures'. La intensidad del directo de Jonay G. Mesa y Yeray A. Herrera se plasma perfectamente en estas imágenes de Marcos de Paz que ilustran el contenido de esta entrevista con Erick Canino.

Marcos de Paz

Lagenda - Después de 4 años de EGM ¿Qué balance puedes hacer de la iniciativa? 
Erick Canino - En líneas generales creo que es para estar muy contentos. No es fácil mantener un ciclo cultural durante cuatro años, y por eso creo que hay que valorar mucho la firme decisión del Organismo Autónomo de Cultura de apostar por una actividad que no es habitual en espacios como el Teatro Guimerá. Hablamos de marco de actuación para grupos principalmente de jóvenes músicos y dirigidos a un público joven. En la Sala Multiusos del Teatro Guimerá han sonado casi todos estilos que se practican en Canarias; jazz, rock, rap, funk, soul, reggae, electrónico, bolero, heavy metal.

L. - ¿Cómo ves la afluencia de público durante estos últimos años? Desde tu perspectiva, ¿hay géneros que traen a más público que otros?

E.C. - La media de espectadores supera un poco los 100 asistentes por concierto. Podría ser mejor, pero en general, lo valoramos de manera muy positiva; tratándose de un circuito de música hecha en Canarias, yo diría incluso que es muy buena cifra. Hoy por hoy, sí creo que hay unos géneros que están trabajando mejor con su escena, con su público, y son el reggae y el rap, o más bien ese movimiento actual en el que muchas veces se funden los dos estilos. Después hay casos aislados de grupos que tienen un amplio margen de seguidores. En sala han llenado tanto grupos de rap, como reggae, como de rock and roll o de heavy metal. Últimamente, y nos resulta curioso, hay un grupo de seis o siete extranjeros que acuden a todos los conciertos.

L.- ¿Qué papel crees que desempeña EGM en la cultura santacrucera?

E.C. - El papel que juega habría que referirlo quizás a la Isla en general. Contactamos y nos llaman grupos de casi cualquier rincón de Tenerife de distintos puntos de Canarias. En estos 4 años hemos programado casi 80 conciertos. Es una suerte para los amantes de la musical local, yo el primero, y para los grupos, saber que existe un espacio que desde hace tanto tiempo viene programando al menos dos conciertos al mes de manera regular. 

L.- ¿Eres de los que se queda a ver el concierto y disfrutarlo?

E.C. - Sí, siempre, aunque en muchas ocasiones por tareas organizativas tenga que moverme por la sala o el teatro. Antes de estar colaborando en la organización del EGM era de los que iba a muchos conciertos de grupos locales. Para mí este ciclo supone una doble alegría, desde el punto de vista profesional y personal.

Marcos de Paz

L.- Habrás visto no pocas propuestas en vivo. ¿Crees que la oferta musical en las islas está encasillada? 

E.C. - Creo que nos encontramos con la misma limitación de siempre: estamos sobre un terreno reducido y eso para mí es definitivo. Por ejemplo, me puede encantar un grupo de jazz, pero no voy a verlo cinco veces al año. Y eso es definitivo. No hay recorrido para las bandas, no hay púbico, no posibilidad de que la escena sea dinámica. Siempre hay excepciones y gratas sorpresas e irrupciones puntuales, pero en general el debate desde hace años es el mismo. Teniendo en cuenta, claro, que hablamos para música que ya de por sí suelen ser minoritarias. Quizás por eso pueda parecer que falta frescura.

L.- ¿A qué grupos o artistas te gustaría ver en el escenario del EGM? ¿Qué concierto volverías a repetir? 

E.C. - propuestas artísticas las hemos ido perfilando en base a la experiencia, sobre qué suenan mejor y sobre qué propuestas no resultan arrolladoras con las mismas características de la sala multiusos del Teatro. Uno de los mejores conciertos del EGM fue uno que dio Nadien en el 2013. Lleno absoluto y una gran noche de rock. Pero no es fácil encajar propuestas similares en el Guimerá. Por mucho que nos guste el rock, como es mi caso, posiblemente suene mejor en el Espacio Aguere Cultural que en ningún sitio. Más o menos, por esto, de lo poco que no hayamos programado en estos años, me queda la pena de no haber visto a Brutalizzed Kids. Repetiría casi todos, muy pocos me han dejado mal sabor de boca.-

L.- ¿Cómo se compatibiliza la programación de Teatro Guimerá con EGM?

E.C. - Normalmente trabajamos con un calendario anual, con fechas establecidas desde enero hasta diciembre e intentamos ir encajando proyectos según la actualidad de las propuestas. Normalmente decidimos los grupos con dos meses de antelación como mucho. El requisito básico es que no puede coincidir la actividad de la sala multiusos con la sala grande del teatro, por una cuestión casi de logística. Y que los conciertos no pueden terminar más allá de las 11 de la noche.

L.- ¿Es cordial el entendimiento entre las diferentes programaciones? ¿Has tenido problemas o impedimentos administrativos para programar algún espectáculo? 

E.C. - Una vez establecidas las normas básicas de funcionamiento de un teatro, en este tiempo, en mi labor de programador, sólo he recibido facilidades. Hay aspectos que se van mejorando o apuntalando según las nuevas experiencias que sucedan cada concierto, pero la predisposición desde el organismo pública es absoluta. De hecho, estamos hablando de un proyecto público en el que yo juego un papel de coordinador desde el exterior. Los cambios que se han producido a lo largo de estos cuatro años no han tenido que ver con trabas administrativas, sino una revisión en conjunto de los pros y los contras del ciclo. Todo para ir mejorando y para conseguir su perdurabilidad. 

Marcos de Paz

L. - ¿Cuál crees que es el interés del público global hacia el tipo de propuestas que se lanzan desde EGM?

E.C. - Creo que es un porcentaje menor el que va la noche de los jueves al EGM a ver qué se programa esa noche o a ver qué público puede descubrir. La mayoría de espectadores es un público cautivo, seguidores ya de los grupos que se programan. Los mayores disgustos, si se puede definir así a las afluencias flojas, se dan cuando los propios grupos no dan la información a sus seguidores. Por mucho que el EGM tenga una buena repercusión en prensa, el público ya cercano termina siendo siempre mayoría,

L. - ¿Cómo te gustaría que fuera el EGM del futuro? ¿Se puede mejorar?

E.C. - Una mejoría concreta que se le podría dar a los grupos es ofrecerle una disposición técnica absoluta. Hasta el momento los grupos han tenido que llevar su propio backline, pero también he de decir que en todo este tiempo sólo un grupo ha declinado la invitación a tocar por este asunto. Tenemos una relación cordial con los músicos y entre todos colaboramos para sacar el proyecto adelante. Yo les agradezco a la inmensa mayoría su buena predisposición para ser parte activa del EGM. No cambiaría la esencia del ciclo, creo que es hasta necesario para la escena, un marco más donde los grupos locales puedan mostrar sus trabajos. En el deseo del futuro me pediría un EGM anual en la calle, una gran fiesta con varios grupos.