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La mirada recíproca de López y Lechner

La música dice adiós en el Otoño Cultural de CajaCanarias el 28 de noviembre con el timple de Germán López y el piano de Federico Lechner, dos artistas que unen su talento para repasar sus respectivas trayectorias musicales desde la mirada recíproca.

Germán, un investigador de la riqueza rítmica a la que puede llevar las cuerdas del timple, compartirá escenario con su banda y con el pianista Federico Lechner, un “viejo” conocido del circuito jazzístico español que además es arreglista, director musical, multinstrumentista, y productor artístico, en directo y en estudio, y que ha colaborado con un amplio abanico de artistas del panorama de la música comercial en España.

Germán López ha publicado varios discos en solitario: 'Timplissimo'(2006), 'Silencio Roto' (2009), 'Somethin Stupid' (2011) y 'De Raíz' (2013), además de grabar con grupos como Mestisay, Taburiente, Totoyo Millares, Luis Morera y diversos cantautores como Sergio Alzola, Diego Ojeda o Luis Quintana. Ha compartido escenario con destacados músicos como Pancho Amat, Troveros de Asieta, Mestisay, Jorge Pardo, Nancy Vieira, Celina Pereira, Sidiki Toumani Diabaté, Andreas Pritwittz, Víctor Merlo, Antonio Toledo o The Lost Fingers.

A pesar de su juventud, Lechner ha tocado junto a músicos de la talla de Jorge Pardo, Antonio Serrano, Chano Domínguez, Perico Sambeat, Javier Colina, Miguel Ángel Chastang, Pedro Ruy Blas, Bob Sands, Ximo Tebar, Israel Sandoval, Chema Saiz y un largo etcétera. Aparte de sus numerosas colaboraciones, tiene publicados seis discos como artista. El último hasta la fecha, 'Gardelería', salió a la luz en el 2013, fruto de la colaboración con Franco Luciani, y homenajeando a la figura del gran Carlos Gardel.

Este recital, a las 20:00 horas, tiene además un matiz solidario ya que la recaudación de taquilla será destinada íntegramente a Asociación de Hemofilia en la provincia de Santa Cruz de Tenerife (AHETE).

La Fundación CajaCanarias se ha volcado este Otoño Cultural con melodías de diversos colores y ritmos ideados para distintos tipos de pentagramas: desde las músicas del mundo, creadas para describir los caracteres inherentes a las diferentes culturas, hasta la canción de autor, nacida del matrimonio entre la palabra y el sonido, pasando por los provenientes del mundo clásico o la contemporaneidad del jazz. La presencia de Féloche, Tinariwen, Terence Blanchard y Luis Eduardo Aute dan forma a la interesante y completa propuesta que la entidad cultural ha diseñado para los meses de octubre y noviembre, diseñada para los amantes de la música en sus diferentes estilos, sin calificativos ni etiquetas.

La primera de las citas, el jueves 9 de octubre, se encuadró en el apartado de las músicas del mundo. 'Silbo' es el título que recibía el encuentro que mantuvieron en el Espacio Cultural de dicha institución en Santa Cruz el artista franceś Féloche y Rogelio Botanz. Ambos músicos son unos enamorados de la tradición cultural de las Canarias. Féloche visitó con once años, cuando aún era un niño, La Gomera. Su padre adoptivo, Bonifacio, le enseñó la isla y la práctica del silbo, a la que dedicó una canción en el año 2013 en recuerdo de aquel.

Es precisamente en el marco de la gira europea 'Silbo', en el que Féloche y su banda ofrecieron un directo en el que contaron con la participación de Rogelio Botanz y su grupo. Viejas raíces, canción francesa, percusiones y melodías canarias se dieron cita en escena, de la mano de dos grandes formaciones musicales que rindieron tributo a la música y al silbo gomero.

Las voces también se han tenido en cuenta en el Otoño Cultural. Como en pasadas ediciones, ha incluido en su programación el Concierto de Galardonados, en el que participaron los ganadores del Premio Regional de Música María Orán, que convoca anualmente la Fundación CajaCanarias y que en su última edición estuvo centrado en la modalidad de canto. Fue protagonista, el miércoles 5 de noviembre la de Nora Beatriz Carrasco, ganadora de la última edición, que actuó acompañada del pianista Francisco Pérez Sánchez, con quien interpretó una selección de partituras de célebres compositores como Mozart, Verdi, Puccini, Massenet, Gounod, Torroba, Chapí o Barbieri.

El siguiente concierto, 12 de noviembre, nos hizo parar en el norte de África, en el desierto del Sáhara para ser exactos, donde nació Tinariwen en 1982. La calidad musical de esta banda tuareg ha sabido dar significado al género de las músicas del mundo convirtiéndose en una de las mejores bandas del siglo XXI en explotar la guitarra como instrumento. El grupo recupera con su música las raíces nómadas de su pueblo, a partir de unos ritmos y riffs de guitarra que han sido aclamados por U2, Tom Waits o Robert Plant, entre otros.

Aunque empezaron a grabar discos en los primeros años 90, no fue hasta 2002 que saltaron a la escena internacional con la edición de 'The Radio Tisdas Sessions', que comienza a apreciar el assouf, ese estilo tan peculiar que aúna blues, rock, reggae y la música folk de los hombres azules del desierto. Tinariwen fue galardonado con el Grammy al mejor disco de esta categoría el pasado año 2013 y en su concierto en el Otoño Cultural repasaron sus trabajos anteriores y presentaron su último trabajo discográfico hasta la fecha: 'Emmaar' (2014).

El 15 de noviembre estuvo dedicado íntegramente al genial Terence Blanchard, de quien el propio Miles Davis dijo que era "el más brillante de los nuevos trompetistas". Aplaudido por la crítica y el público, su concierto, dentro del apartado de jazz, sirvió para presentar al público tinerfeño, con su formación de quinteto, su último trabajo discográfico hasta la fecha: 'Magnetic' (2013, Blue Note Records).

Blanchard es una de las principales figuras del llamado neo bop y ganador de cinco premios Grammy, el último de ellos, en el año 2009, por el Mejor solo de Jazz instrumental de la banda sonora 'Dancing 4 Chicken'. Su estilo es cercano al de Wynton Marsalis, que era amigo suyo desde la infancia, pero también se perciben claras influencias de trompetistas como Kenny Dorham y Woody Shaw, con fraseo seguro y tranquilo, con una sonoridad muy personal, equilibrada y con influencias clásicas.

En cuanto al capítulo dedicado a la canción de autor, el 21 de noviembre brilló con la actuación de Luis Eduardo Aute, quien visitó la isla unos cuantos años después de su último concierto para repasar algunos de sus temas más conocidos en un recital acústico con motivo de su participación en el ciclo El Mundo que queremos.

Luis Eduardo Aute pertenece a esa generación de artistas que enriquecen la segunda mitad del siglo XX y que continúan ennobleciendo el XXI. Publicó su primer disco en 1968, con el Aleluya nº1 dentro y desde entonces ha llevado las riendas de una trayectoria coherente y comprometida en la que hasta la fecha, consta de más de una treintena de discos de larga duración, así como más de cuatrocientas canciones compuestas.